Por Gopal Sharma y Ruma Paul
KATMANDÚ/DACCA (Reuters) - Las intensas lluvias causadas por monzones en India, Nepal y Bangladés han causado más de 160 muertos en la última semana, dijeron el martes las autoridades, mientras continúa la búsqueda de desaparecidos y el rescate de personas atrapadas en amplias zonas inundadas.
En Nepal, la cifra de víctimas fatales subió a 115 y había 38 personas desaparecidas ante más inundaciones repentinas y corrimientos de tierras. Los equipos de rescate dijeron que 26 de los 75 distritos que conforman Nepal estaban sumergidos o habían sufrido desprendimientos tras las lluvias en la nación del Himalaya.
Imágenes televisivas mostraron a personas caminando con el agua a la altura del pecho trasladando sus pertenencias y ganado.
"Ahora nos concentraremos más en el rescate de los atrapados por las inundaciones y en la distribución de ayuda. La gente no tiene para comer, no tiene ropa. Por lo tanto, tenemos que proporcionarles algo para comer y salvar sus vidas", dijo el portavoz de la policía nepalí, Pushkar Karki.
Las inundaciones en el norte de Bangladés causaron la muerte de al menos 27 personas en los últimos días y afectaron a más de 500.000, muchas de las cuales abandonaron sus casas para refugiarse en campamentos, señalaron autoridades.
La situación podría empeorar a medida que el agua de las fuertes lluvias en zonas de la vecina India corren río abajo hacia el país densamente poblado y ubicado en terreno a bajo nivel, agregaron.
En India, equipos de ayuda en desastres aportaron transporte aéreo para ayudar en el rescate y los trabajos de asistencia en el estado norteño de Bihar, dijo el Gobierno. Algunos medios dijeron que unos 2 millones de personas se habían visto afectadas y habían muerto al menos 10 personas. Las inundaciones también causaron al menos 15 muertos en los últimos dos días en el estado de Assam, en el noreste del país.
El servicio meteorológico de India prevé más lluvias intensas para el miércoles. La temporada de monzones, que va de junio a septiembre, brinda sustento cada año a los agricultores de amplias zonas rurales de India, Nepal y Bangladés, pero también provoca muertes y daños en infraestructura.