Washington, 29 jun (EFE).- Los demócratas del Senado de Estados
Unidos regresaron hoy a la mesa de negociaciones sobre la mayor
reforma financiera del país, en un esfuerzo por atraer votos de los
republicanos que amenazan con rechazarla.
Una fuente legislativa que pidió el anonimato dijo a Efe que los
demócratas se reunirán a lo largo de la tarde para traer los
aspectos más controvertidos del acuerdo alcanzado el viernes pasado
sobre la reforma y decidir su votación definitiva en el Senado.
Para los demócratas el tiempo apremia, ya que el Senado prevé
acortar su agenda legislativa para esta semana, debido al
fallecimiento del senador demócrata Robert Byrd la madrugada del
lunes.
Los restos de Byrd estarán en capilla ardiente este jueves, y el
Senado comenzaría al día siguiente su receso de una semana por la
celebración del Día de Independencia de EE.UU., explicó la fuente.
Eso, para efectos prácticos, reduce la ventana de oportunidad
para someter a voto cualquier iniciativa, que tendría que ocurrir a
más tardar mañana miércoles.
Con la muerte de Byrd, la aprobación de la reforma financiera se
ha complicado en el pleno del Senado, porque los demócratas no
tienen los 60 votos para bloquear la obstrucción de sus detractores,
entre ellos el senador republicano Scott Brown.
La idea sigue siendo que el Congreso apruebe la reforma y la
envíe al Despacho Oval antes del receso por el 4 de julio.
El presidente de EE.UU., Barack Obama, expresó confianza hoy en
que la reforma financiera saldrá del Congreso esta semana, pese a la
ausencia de Byrd.
"Es hora de que pongamos en marcha normas que eviten rescates de
los contribuyentes y nos aseguraremos de que no vayamos a tener una
crisis financiera que pueda arruinar la economía. Y creo que habrá
suficiente interés en avanzar en esta reforma y la vamos a lograr",
dijo Obama, tras su reunión con el presidente de la Reserva Federal,
Ben Bernanke.
Ahora, los demócratas sopesan alternativas para financiar esta
reforma, que supone el mayor cambio a los reglamentos que rigen a
Wall Street desde la Gran Depresión de la década de 1930.
Una de las alternativas, planteada por el senador Christopher
Dodd, es acceder a eliminar un controvertido impuesto de 17.900
millones de dólares para bancos e instituciones financieras, y
utilizar fondos públicos para costear la reforma. EFE