Buenos Aires, 18 dic (.).- La sesión parlamentaria en la que el Gobierno argentino insistirá con aprobar una polémica reforma del sistema de pensiones comenzó hoy después de que se certificara la asistencia de al menos la mitad más uno de los diputados en la Cámara Baja, requisito indispensable para llevar adelante el pleno.
"Con la presencia de 130 diputados queda abierta la sesión especial", afirmó ante los legisladores el presidente de la Cámara -que tiene un total de 257 bancas-, el oficialista Emilio Monzó.
Mientras, en las afueras del Congreso, que está totalmente vallado y cuenta con la presencia de multitud de efectivos policiales, centenares de personas, convocadas por los principales sindicatos y organizaciones sociales, se manifiestan para mostrar su rechazo al proyecto, al considerar que implicará, de aprobarse, un aumento menor en las jubilaciones al que se prevé con la ley actual.
La sesión llega precedida por el frustrado pleno del jueves pasado, en la que el frente gobernante Cambiemos decidió aplazar el debate de la iniciativa por los graves disturbios generados dentro del recinto, con gritos e insultos entre los diputados, y fuera, donde el enfrentamiento entre policías y manifestantes dejó decenas de heridos y varios detenidos.