París, 10 mar (.).- Los gestores de redes eléctricas de Francia y de España, RTE y Red Eléctrica (BME:REDE), respectivamente, han atribuido una serie de contratos para la interconexión submarina que van a construir por el Golfo de Vizcaya, cuyo costo ha sido revisado al alza de forma sustancial hasta los 2.850 millones de euros.
A esa cantidad, que supera ampliamente las anteriores estimaciones que eran de 1.750 millones de euros, se añadirá una provisión por riesgos de otros 250 millones, explicó RTE este viernes en un comunicado, en el que recordó que el proyecto ha recibido una subvención de la Unión Europea de 578 millones.
Inelfe, la filial común de los dos gestores, ha escogido para la instalación de los cables NKT HV Cables y Prysmian Powerlink, empresas especializadas en ese tipo de trabajos.
Además, el contrato de las estaciones de conversión se ha encargado a un consorcio formado por Hitachi (TYO:6501) Energy y Vinci (EPA:SGEF).
En las próximas semanas, Inelfe va a mantener negociaciones exclusivas con esas compañías con el objetivo de firmar los contratos antes del próximo mayo.
Queda pendiente la atribución de las obras de ingeniería asociadas a los cables terrestres, que se encuentra en fase de licitación y se decidirá durante este año.
RTE precisó que la selección de las empresas se ha hecho después de que los reguladores del mercado en los dos países, la CNMC en España y la CRE en Francia, hayan confirmado el interés del proyecto con el nuevo presupuesto.
Y también que los reguladores han modificado el reparto de los costos entre los dos países, sin precisar de qué forma, "teniendo en cuenta el contexto económico, financiero y energético actual".
Detrás de la fuerte corrección de los sobrecostes han pesado, entre otros elementos, el hecho de que sólo hay tres fabricantes de ese tipo de cables y la escalada de la cotización del cobre.
El comienzo de las obras está previsto a finales de este verano y la entrada en servicio de esta nueva interconexión en el horizonte de 2028, más tarde de lo inicialmente previsto.
Con la nueva línea se duplicarán las capacidades actuales de intercambio de electricidad para dejarlas en 5.000 megavatios, una cifra que seguirá estando muy por debajo del objetivo europeo para las interconexiones.
La Unión Europea había fijado un objetivo de interconexiones eléctricas equivalente al 10 % de la capacidad para 2020, que no se ha cumplido, y con la marcha actual de los proyectos en curso tampoco se llegará a la nueva meta del 15 % para 2030.
Cubrirá una distancia de 400 kilómetros entre Cubnezais, cerca de Burdeos, y Gatika, a las afueras de Bilbao, con estaciones de conversión en los dos extremos.
En ese recorrido, alrededor de 300 kilómetros de la línea serán submarinos y 100 kilómetros subterráneos.