Las Palmas de Gran Canaria, 16 mar (.).- El Gobierno canario y el Cabildo de Gran Canaria han rechazado hoy las declaraciones que realizó ayer el presidente de Repsol (MC:REP), Antonio Brufau, al calificar de "tercermundista" la oposición que encontró su compañía en las instituciones de las islas a sus prospecciones petrolíferas.
En declaraciones a la COPE, Brufau tildó de "dolor de muelas" el rechazo institucional con el que Repsol chocó en Canarias cuando quiso buscar hidrocarburos a 60 kilómetros de Lanzarote y Fuerteventura y lo contrapuso con las felicitaciones que ha recibido en Alaska (EEUU) tras descubrir un importante yacimiento.
El Gobierno de Canarias y el Cabildo de Gran Canaria han criticado esas palabras aprovechando, precisamente, su presencia en una reunión que celebran en Las Palmas empresas de una veintena de países dedicadas a la búsqueda de petróleo y gas en alta mar para conocer los servicios que los puertos canarios ofrecen a su sector.
"Han sido desafortunadas, no creo que respondan a lo que debiera decir un directivo de una empresa respecto a una tierra", ha manifestado a los periodistas el consejero de Economía e Industria de la comunidad autónoma, el independiente Pedro Ortega.
Más contundente ha sido el presidente del Cabildo de Gran Canaria, Antonio Morales (NC), que piensa proponer al pleno de la corporación insular una declaración institucional del respecto.
Morales ha advertido a Brufau de que sus palabras suponen "un desprecio a las instituciones y a los hombres y mujeres de esta tierra, que tienen la absoluta libertad de expresarse para elegir su modelo de desarrollo".
A su juicio, el problema puede residir en que el presidente de Repsol "está acostumbrado a imponer y a tomar decisiones al margen de los gobiernos y de la ciudadanía y eso no se le permitió en Canarias, donde se actuó de manera responsable, en un ejercicio de libertad democrática que ese señor parece no valorar ni entender".
Pese al rechazo del Gobierno canario, el Parlamento autonómico, los cabildos de Lanzarote y Fuerteventura, numerosos ayuntamientos y las principales organizaciones ecologistas de España, Repsol pudo llevar a cabo sus prospecciones en esa zona del Atlántico.
Tras un primer intento (de tres que tenía autorizados), la compañía abandonó la zona porque solo había encontrado trazas de hidrocarburos sin la calidad ni la cantidad suficientes para que le resultara rentable su explotación, según explicó entonces.