Por Andrew Osborn
MOSCÚ, 25 jul (Reuters) - El Kremlin acusó el martes a Occidente, y en particular a Estados Unidos, de intentar sabotear su cumbre Rusia-África de esta semana presionando a los países africanos para que no participen en ella.
A la cumbre, que se celebrará en San Petersburgo el jueves y el viernes, asistirá el presidente Vladimir Putin, quien se espera que mantenga intensas conversaciones individuales con los líderes africanos, centradas en todo tipo de temas, desde el comercio a la seguridad, pasando por los acuerdos sobre armas y el suministro de grano.
El evento, en el que se espera que se firmen varios acuerdos, sigue a la primera cumbre Rusia-África de Moscú en 2019 y forma parte de un impulso concertado de influencia y negocios en un continente donde los mercenarios del Grupo Wagner siguen activos a pesar de un motín frustrado en Rusia el mes pasado.
Cuarenta y nueve delegaciones africanas han confirmado su participación, alrededor de la mitad de las cuales estarán representadas por sus jefes de Estado o de Gobierno, según declaró el diplomático ruso Aleksandr Poliakov a la agencia de noticias estatal TASS a principios de este mes.
Sin embargo, el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, declaró el martes que Occidente estaba haciendo todo lo posible por arruinar el evento ruso.
"Prácticamente todos los Estados africanos han sido sometidos a una presión sin precedentes por parte de Estados Unidos, y las embajadas francesas sobre el terreno tampoco han estado dormidas junto con otras misiones occidentales que también están tratando de poner su granito de arena para impedir que se celebre esta cumbre", declaró Peskov a los periodistas.
"En esencia, no aceptan el derecho soberano de los Estados africanos a determinar de forma independiente sus socios para la cooperación y la interacción mutua en diversos ámbitos"
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, organizó el año pasado en Washington una cumbre de líderes África-Estados Unidos, con la que pretendía reforzar las alianzas en medio de la creciente presencia rusa y china en el continente.
En abril, después de que el ministro de Asuntos Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, se quejara de que Occidente estaba intentando arruinar la cumbre Rusia-África de esta semana, el Departamento de Estado estadounidense afirmó que Washington no quiere "limitar" las alianzas africanas con otros países: "Queremos dar opciones a los países africanos".
Peskov dijo que el evento de Rusia sería crucial para poder discutir el suministro de grano y lo que llamó el comportamiento responsable de Moscú y sus esfuerzos para apoyar los mercados mundiales.
Moscú anunció la semana pasada que daba por finalizado el acuerdo sobre el suministro de grano en el mar Negro, que permitía a Ucrania—que según ella y gran parte de Occidente libra una guerra existencial contra Rusia— exportar grano de forma segura desde sus puertos marítimos a pesar de lo que Rusia llama su "operación militar especial" contra ella.
Rusia ha hablado de la posibilidad de suministrar grano barato o gratis a las naciones más pobres de África para sustituir el grano ucraniano y compensar cualquier déficit.
(Información de Andrew Osborn; editado por William Maclean; editado en español por Javi West Larrañaga)