México, 8 ene (EFE).- El nuevo gobernador del Banco de México
(central), Agustín Carstens, afirmó hoy, en su primera aparición
pública desde que asumió el cargo, que la economía mexicana
experimenta una "recuperación consolidada" y que las recientes alzas
de precios tendrán un impacto "limitado" y "transitorio".
"Podemos afirmar con cierto grado de confianza que tenemos una
recuperación consolidada sólida que ha venido abarcando todos los
sectores" de la economía, por lo que es "muy factible" que se
materialice en 2010 una tasa de crecimiento del 3 por ciento, indicó
Carstens durante un foro organizado por el Instituto Tecnológico
Autónomo de México (ITAM).
El funcionario precisó que los últimos datos disponibles muestran
que el sector servicios y la industria "están respondiendo", por lo
que se espera en el cuarto trimestre una "variación importante" del
Producto Interior Bruto (PIB).
Asimismo, la demanda agregada ha experimentado un "rebote" y en
el consumo "ya se ve una recuperación", lo mismo que en las
importaciones y en las exportaciones no petroleras y no
automotrices.
Y el número de trabajadores registrados en el Instituto Mexicano
del Seguro Social (IMSS) sigue "aumentando de manera constante".
A juicio de Carstens, "sólo falta que el índice de confianza del
consumidor aumente" en el país, uno de los más afectados de
Latinoamérica por la crisis económica mundial.
En 2010 entró en vigor en México una reforma fiscal que incluye
incrementos al IVA, del 15% al 16%, al Impuesto Sobre la Renta, del
28% al 30%, y un nuevo gravamen del 3% a las telecomunicaciones, con
excepción de Internet y la telefonía rural, además de aumentos a los
precios de la cerveza, los cigarrillos y los juegos y sorteos.
Asimismo, el Gobierno estableció recientemente un aumento del
1,3% al precio de las gasolinas en el país, medida duramente
criticada por los partidos de oposición.
Para el gobernador del ente emisor, ese "impacto" en los precios
"se ha limitado al directo, el cual es transitorio y se desvanecerá
después de un año".
Al respecto, señaló que si esta tendencia se mantiene "no habrá
necesidad de hacer un ajuste de la política monetaria", que mantiene
la tasa de interés interbancario en el 4,5%.
Las nuevas medidas fiscales son "indispensables para la
estabilidad macroeconómica del país", defendió Carstens, que aseveró
que "no hay mejor aliado para tener una inflación baja que las
finanzas públicas sanas".
Según los pronósticos del Banco de México, es probable que en
2011 "la tasa de inflación empiece a caer y retome su tendencia de
convergencia hacia el objetivo del banco", actualmente del 3% más o
menos un punto porcentual.
El responsable de la política monetaria de México explicó que en
2010 dos factores generarán precios más altos: "Las medidas
tributarias y las medidas de los precios públicos".
Estos impactos estarán atenuados por la "brecha del PIB", debido
a que México no crece a las tasas en que podría hacerlo, al
comportamiento del tipo de cambio y de la inflación, y a las tasas
de interés interbancario con las que el país cerró 2009.
Carstens aprovechó finalmente para insistir en que su cercanía
con el presidente mexicano, Felipe Calderón, no pondrá en riesgo la
autonomía del Banco de México, aunque destacó que el ente emisor
trabajará más estrechamente con el Ejecutivo federal. EFE
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