Valladolid, 20 sep (.).- El vicepresidente de la Junta de Castilla y León, Juan García-Gallardo (Vox), ha dicho este martes que, antes de realizar la propuesta de reabrir la central nuclear de Garoña en 2030, lo habló con el presidente de Nuclenor -la empresa propietaria participada por Iberdrola (BME:IBE) y Endesa-.
García-Gallardo ha contestado así a una pregunta parlamentaria formulada en el Pleno de las Cortes de Castilla y León por el portavoz de Unidas Podemos, Pablo Fernández, quien ha recordado que la empresa propietaria ha manifestado "en reiteradas ocasiones que descarta por completo" reactivar Garoña, a pesar de lo cual la Junta ha anunciado que va a licitar la elaboración de un informe de viabilidad cuyo coste para las arcas públicas ha pedido cuantificar.
"Menos del 0,1 por ciento del despilfarro del Ministerio de Igualdad", ha espetado García-Gallardo en su primera y escueta respuesta a la pregunta sobre el coste de la licitación.
García-Gallardo ha asegurado que su partido basa su posición sobre la energía nuclear en "datos y en opiniones de expertos", mientras que Unidas Podemos lo hace con "catastróficas" series de Netflix (NASDAQ:NFLX) sobre Chernobil.
Ha añadido que la intención de la Junta con esta iniciativa es "abaratar la factura de la luz" y ha defendido que, en contra de lo afirmado por Fernández, la Junta sí tiene competencias sobre la posibilidad de reabrir Garoña.
Poco antes de este debate, la vicepresidenta tercera del Gobierno central, Teresa Ribera, ha tachado la propuesta de la Junta de "ocurrencia ideológica", en un guiño a "la terminología de la ultraderecha", y de algo que es "imposible e inviable".
Ribera ha acusado al Gobierno autonómico de esa comunidad de "malgastar el dinero del presupuesto público que no tienen ni para los bomberos forestales, ni para medios antincendios, ni para apoyar a la gente, ni para abrir los centros de salud de Castilla y León, en encargar un informe que le hubiera dado gratis el Consejo de Seguridad Nuclear", así como Nuclenor, la titular de Garoña, y que, según la ministra, "hubiera demostrado que no tiene sentido".
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