Por Tony Munroe y Clare Jim
HONG KONG (Reuters) - El gobierno de Hong Kong dijo que la violencia y las protestas ilegales empujaron a la ciudad a un "límite extremadamente peligroso", mientras que la policía disparó gas lacrimógeno para dispersar a cientos de manifestantes el domingo y Pekín advirtió que no dejaría que la situación se prolongara.
La ciudad controlada por China ha sido sacudida por meses de protestas que comenzaron en rechazo a un proyecto de ley para permitir que las personas sean extraditadas para ser juzgadas en China continental, derivando en exigencias de mayor democracia.
El lunes está prevista una huelga general que apunta a detener la ciudad. Se observó que muchas salidas de vuelos se cancelaron el lunes y una fuente y medios dijeron que eso se debía a que los trabajadores de la aviación planeaban ir a paro.
A última hora del domingo, cientos de manifestantes enmascarados bloquearon las carreteras principales, pintaron los semáforos con pintura, iniciaron incendios e impidieron que el transporte ingresara al túnel Cross-Harbor que une la isla de Hong Kong y la península de Kowloon.
"Rociamos el semáforo porque no queremos que el tráfico funcione mañana y no queremos que los ciudadanos vayan a trabajar", dijo un manifestante vestido de negro de pies a cabeza.
La policía antidisturbios se enfrentó a los manifestantes, quienes adoptaron tácticas flash, cambiando rápidamente de un lugar a otro para evadir la captura y utilizando plataformas en línea como Telegram para dirigir a cientos de personas.
En una declaración emitida el domingo por la noche, el gobierno afirmó que los eventos del día mostraron una vez más que la violencia y las protestas ilegales se estaban extendiendo y empujando a Hong Kong hacia lo que llamó "el límite extremadamente peligroso".
Tales actos ya habían ido más allá de los límites de las protestas pacíficas y racionales y dañarían la sociedad y el sustento económico de Hong Kong, dijo.
Después de que las manifestaciones pacíficas terminaron el domingo temprano, los manifestantes bloquearon carreteras en la ciudad de Tseung Kwan O en los Nuevos Territorios, establecieron barricadas y arrojaron objetos contra una estación de policía.
La policía lanzó gases lacrimógenos para dispersar a cientos de manifestantes después de una concentración en el distrito occidental de la isla, donde miles de personas se reunieron para instar a las autoridades a escuchar las demandas públicas.
"PARALIZANDO EL TRÁFICO"
Más tarde, el domingo por la noche, la policía disparó gases lacrimógenos en la zona comercial de Causeway Bay para disipar a los manifestantes, obligando a las tiendas y centros comerciales populares a cerrar temprano.
La policía dijo que los manifestantes estaban "participando en una asamblea no autorizada", similar a la del sábado cuando dispararon gases lacrimógenos en enfrentamientos con activistas vestidos de negro en el área de Kowloon.
Las protestas se han convertido en la crisis política más grave en Hong Kong desde que regresó al dominio chino hace 22 años después de haber sido gobernada por Gran Bretaña desde 1842. También han presentado el mayor desafío popular al líder chino Xi Jinping en sus siete años en el poder.
La agencia oficial de noticias de China, Xinhua, dijo el domingo: "El gobierno central no se quedará de brazos cruzados y dejará que esta situación continúe. Creemos firmemente que Hong Kong podrá superar las dificultades y los desafíos que se avecinan".
Durante la noche, los manifestantes se dividieron en varias direcciones diferentes para interrumpir las redes de transporte. La policía dijo que estaban "paralizando gravemente el tráfico y afectando los servicios de emergencia" y les advirtió que se detuvieran de inmediato.
La naturaleza sin líderes de las protestas ha visto a los participantes adoptar una estrategia llamada "ser agua", inspirada en una máxima de la leyenda de las artes marciales de la ciudad, Bruce Lee, que los alienta a ser flexibles o sin forma.
La policía dijo que más de 20 personas habían sido arrestadas desde el sábado por delitos que incluyen actos ilegales de reunión y asalto.
(Reporte de Marius Zaharia, Felix Tam y Twinnie Siu, escrito por Farah Master. Editado en español por Janisse Huambachano)