Asunción, 23 feb (EFE).- Paraguay expresó hoy su malestar por el retraso o paralización de sus ventas en Argentina a raíz del nuevo mecanismo de control de importaciones aplicado por el vecino país a principios de este mes.
El ministro de Relaciones Exteriores, Jorge Lara Castro, trasladó la "preocupación" por los problemas que está causando al comercio bilateral la nueva "declaración jurada anticipada de importación" (DJAI), en reunión con el encargado de Negocios de la embajada de Argentina en Asunción, Ernesto de la Guardia.
Según un comunicado oficial, la "nueva medida argentina ha generado que una serie de empresas paraguayas soporten una paralización total de sus ventas con la Argentina, inclusive aquellas que venían realizando una integración productiva con empresas de ese país".
En otros casos, se está produciendo "un retraso considerable en la autorización de las DJAI, con lo cual las empresas de nuestro país vienen incurriendo en sobrecostos de exportación, retrasos de producción por falta de previsibilidad, disminución de personal y otras consecuencias sociales de gran impacto en nuestra economía", agregó.
Lara Castro observó que la nueva medida aplicada el primero de febrero se suma a las licencias previas no automáticas de importación en vigor desde 2008, lo que "genera indefectiblemente una demora aún mayor en las ventas de productos paraguayos al mercado argentino".
En particular, se ven afectados los sectores de confecciones, hilados, tejidos, maderas y muebles, "con lo cual las consecuencias económicas directas sobre estas empresas vienen siendo aún mas preocupantes", agregó el canciller.
El ministro pidió a Argentina "la normalización a la (mayor) brevedad posible, de las exportaciones paraguayas a ese mercado".
Al poco de aplicarse la nueva medida proteccionista, una delegación paraguaya acudió a Argentina a negociaciones y la Cancillería informó que se había acordado "un mecanismo entre las partes para el intercambio y verificación de datos" que "contribuirá a que no se produzcan demoras innecesarias" en la exportación.
Entonces, la Cancillería dijo confiar en que el nuevo régimen de importaciones no generaría "restricciones no arancelarias al comercio" bilateral.
Con el nuevo régimen, el Gobierno argentino pretende incentivar y proteger la producción nacional, pero la medida ha causado malestar en sus socios del Mercosur (Brasil, Paraguay y Uruguay). EFE