San Francisco, 15 dic (EFE).- El Boeing 787, también conocido
como Dreamliner, despegó hoy sin incidencias en su primer vuelo de
prueba, aunque con más de dos años de retraso, desde la planta de la
compañía en Everett, Seattle.
El Boeing 787 comenzó a recorrer la pista hacia las 17.14 hora
GMT, 14 minutos después de lo previsto, y despegó a las 17.30 hora
GMT en dirección norte escoltado por dos aviones militares.
Las condiciones meteorológicas hoy en Seattle eran relativamente
buenas, con cielos nublados, pero ausencia de lluvia.
El Dreamliner realizará un vuelo de prueba de unas cuatro o cinco
horas de duración y aterrizará hacia las 22.00 GMT en un aeropuerto
del sur de Seattle.
Se prevé que el avión se dirija hacia el norte, luego hacia el
oeste y realice al menos unas cuantas vueltas sobre el Océano
Pacífico antes de aterrizar.
A bordo del aparato se encuentran solo Michael H. Carriker y
Randall Lee Neville, dos experimentados pilotos de pruebas de
Boeing, pero en la pista se hallaban cientos de empleados de la
firma aeronáutica, así como de sus compañías asociadas y numerosas
personalidades.
El avión ha superado numerosos controles y pruebas tanto
virtuales como en tierra, pero es la primera vez que levanta el
vuelo.
Se trata de un importante paso para la compañía aeronáutica
estadounidense, que empezó a trabajar en el concepto del Boeing 787
a finales de los 90 y acumula ya más de dos años de retraso en la
producción del avión y costes adicionales de varios miles de
millones de dólares.
El primer vuelo de pruebas del Dreamliner estaba previsto en
principio para el pasado junio, pero el aparato falló un test de
tensión en su ala y el vuelo tuvo que posponerse.
Boeing espera suministrar el primer avión a la aerolínea japonesa
All Nippon Airways a finales de 2010, una fecha considerada poco
realista por algunos analistas del sector.
En total, la compañía ha recibido ya 840 pedidos por valor de
140.000 millones de dólares.
Boeing ha puesto muchos recursos y esperanzas en este modelo que,
según algunos expertos, podría marcar futuros estándares en consumo
de combustible y autonomía de vuelo.
El Dreamliner ha sido construido con materiales más ligeros
-titanio y carbono, principalmente- que permiten reducir su consumo
de combustible en un 20 por ciento. Dependiendo de su configuración,
el aparato puede acomodar entre 210 y 250 pasajeros y volar unas
2.500 millas náuticas sin repostar.
La aeronave promete, además, ser la más confortable para los
pasajeros construida hasta la fecha. Según los datos facilitados por
Boeing, el 787 tendrá una cabina más ancha que la de otros aviones
medianos, lo que se traducirá en asientos más amplios, mayor espacio
en el pasillo y para el equipaje de mano.
Las ventanas son también más grandes que las de sus competidores
y se ha mejorado tanto la calidad del aire como el nivel de humedad
en la cabina de pasajeros para hacer el vuelo más agradable.
Boeing asegura, asimismo, que el Dreamliner ofrecerá vuelos más
tranquilos, pues dispone de sensores especiales que controlan en
cierta medida la reacción del avión ante una turbulencia. EFE
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