Durante el mes de julio, la economía mexicana registró un déficit en su balanza comercial de US$ 1.275 millones.
El resultado tomó por sorpresa al mercado que había anticipado un rojo comercial de US$ 888 millones. Este déficit fue incluso mayor que el observado en el mismo mes de 2008 cuando la balanza comercial observaba un saldo negativo de US$ 1.215 millones.
Este déficit se explica por la fuerte caída en las exportaciones mexicanas que se contrajeron en un 34,7% (su segunda mayor baja para un mes desde que comenzaron los registros en 1992). Las importaciones, por su parte, bajaron un 33,1% a US$ 19.255 millones.
El aumento en el déficit de balanza comercial aumenta la reducción de dólares en la economía en la cual el Banco Central lucha por sostener el valor del peso. Las bajas tasas de interés alimentan la tendencia cambiaria a la depreciación.
El resultado tomó por sorpresa al mercado que había anticipado un rojo comercial de US$ 888 millones. Este déficit fue incluso mayor que el observado en el mismo mes de 2008 cuando la balanza comercial observaba un saldo negativo de US$ 1.215 millones.
Este déficit se explica por la fuerte caída en las exportaciones mexicanas que se contrajeron en un 34,7% (su segunda mayor baja para un mes desde que comenzaron los registros en 1992). Las importaciones, por su parte, bajaron un 33,1% a US$ 19.255 millones.
El aumento en el déficit de balanza comercial aumenta la reducción de dólares en la economía en la cual el Banco Central lucha por sostener el valor del peso. Las bajas tasas de interés alimentan la tendencia cambiaria a la depreciación.