Toronto (Canadá), 6 may (EFE).- Un informe dado a conocer hoy por la organización canadiense Mining Watch señala que la embajada canadiense en México proporcionó apoyo "virtualmente incondicional" a la empresa minera Blackfire que ha sido acusada de corrupción.
El informe, titulado "Minería canadiense en México, Blackfire Exploration y la Embajada de Canadá. Una caso de corrupción y homicidio", señala que documentos oficiales obtenidos por Mining Watch revelan que Canadá "siguió defendiendo a la empresa" pese a las denuncias de corrupción.
Mining Watch destacó que la defensa "incondicional" de la embajada canadiense en México a favor de Blackfire se produjo incluso después del asesinato de Mariano Abarca, un activista opuesto a las actividades de Blackfire en Chiapas que fue asesinado en noviembre de 2009.
El informe añade que "el apoyo activo e incuestionable brindado por la Embajada canadiense a la empresa Blackfire, pudo haber desincentivado el interés de la empresa para acatar las leyes locales e internacionales".
Asimismo, "al actuar de esta manera, la embajada incumplió las propias políticas de Canadá, además de las obligaciones internacionales del país para promover el respeto universal a los derechos humanos".
El informe está redactado con información procedente de 900 páginas de documentos oficiales del Ministerio de Asuntos Exteriores de Canadá conseguidos por Mining Watch, una organización sin ánimo de lucro que vigila desde 1999 las actividades del sector minero canadiense.
Blackfire está siendo investigada por la Policía Montada de Canadá desde el año 2011 por el supuesto soborno de Julio Calderón, alcalde de la localidad mexicana de Chicomuselo con unos 20.000 dólares para garantizar sus operaciones en el estado de Chiapas.
Blackfire, una empresa minera canadiense con sede en la localidad de Calgary, empezó a explotar en 2008 la mina Payback en Chiapas para la extracción de barita, un mineral utilizado en la perforación de pozos petrolíferos.
Pero en 2010, las autoridades mexicanas clausuraron la mina por infringir normas medioambientales.
Dos semanas antes de la clausura, Abarca, quien había sido la cabeza visible del movimiento en contra de las operaciones de Blackfire en Chiapas, fue asesinado. EFE