La Policía ha detenido a tres miembros de una organización de origen rumano que se dedicaba a la explotación sexual de sus compatriotas. Captaban a mujeres jóvenes, de los estratos más necesitados de su país y las engañaban para que viajasen a España con ellos donde finalmente ejercerían la prostitución callejera en Ibiza. También las coaccionaban y obligaban a sus parejas a pagar hasta 15.000 euros por su liberación.