Sara Rojas
Roma, 10 nov (EFE).- Algunos italianos temen que el anuncio de dimisión del primer ministro, Silvio Berlusconi, quien se comprometió el pasado martes a abandonar el poder tras aprobar los presupuestos generales de Italia para 2012, sea insuficiente para salir de la crisis económica en la que está sumido el país.
"Es una situación muy delicada para Italia porque, a pesar de la dimisión de Berlusconi, todavía hay mucha incertidumbre", explicó a Efe la italiana Patrizia Porpora, dueña de la Librería Española de la céntrica Plaza Navona de Roma.
No obstante, Porpora aseguró que, de producirse finalmente la dimisión de "Il Cavaliere", ayudaría a mejorar la imagen de Italia de cara a las autoridades europeas y los mercados económicos, más tranquilos este jueves, después de la jornada negra vivida ayer, con la prima de riesgo rozando los 575 puntos básicos y el interés de los bonos decenales casi en el 7,5 por ciento.
"Italia necesita mostrarse ante Europa con una credibilidad que Berlusconi ya no puede representar", apuntó la italiana, quien reconoció tener ciertas dudas acerca de la salida del poder de Berlusconi.
De él dijo que es "como un emperador" y que, por lo tanto, no cree que esté dispuesto a ceder el mando a otra persona, aunque "la solución" para el país, según Porpora, es formar "un Gobierno técnico capaz de definir estrategias políticas y económicas que sean distintas a las propuestas por el último Gobierno".
En la misma línea se manifestó el joven español Pablo Vara, que dijo estar "encantado" con el anuncio de dimisión de Berlusconi, pero mostró sus reservas ante el futuro italiano.
"El problema de Italia es que es un país que está corrompido", agregó.
Por su parte, el calabrés Serafino Di Franco reconoció estar "contento" por la reciente llegada a Roma de los inspectores de la Comisión Europea, que tienen como objetivo supervisar que se acometan las reformas económicas exigidas por la Unión Europea (UE), incluidas en los presupuestos generales que se aprobarán, previsiblemente, durante el fin de semana.
"Deberían haber venido antes, ya en agosto, y así llevarían aquí tres meses y no se habría terminado así de golpe, con tanta improvisación", refirió Di Franco, que no tiene claro si prefiere un Gobierno técnico o las elecciones anticipadas.
No obstante, subrayó que lo más importante es "apretar a los evasores fiscales que no pagan los impuestos", entre los que colocó al todavía primer ministro.
Menos optimista se mostró Gaetano Ferrieri, un italiano indignado con los elevados costes de la política que lleva en huelga de hambre desde el pasado 4 de junio.
"La dimisión no resuelve nada porque vendrá un técnico como Mario Monti, que es un hombre de Romano Prodi y de los bancos, alguien que formará Gobierno con los políticos que ya están en la Cámara de los Diputados", concluyó. EFE
srz/cps/mdo