Por Kate Abnett
BRUSELAS (Reuters) - Francia, Italia y República Checa son algunos de los ocho países que están presionando para reducir los nuevos límites de emisiones de la UE para los automóviles, diciendo que son demasiado ambiciosos y poco realistas para los fabricantes de automóviles.
Los países de la Unión Europea y los eurodiputados se disponen a negociar la normativa Euro 7, que a partir de 2025 endurecerá los límites de emisiones de contaminantes como los óxidos de nitrógeno y el monóxido de carbono.
En un documento conjunto, enviado a otros miembros de la UE y al que tuvo acceso Reuters, los ocho países afirman que algunas partes de la ley, como los límites a las emisiones de los tubos de escape, deberían eliminarse por completo.
"Nos oponemos a cualquier nueva norma sobre emisiones de gases de escape (incluidos nuevos requisitos de ensayo o nuevos límites de emisiones) para coches y furgonetas", afirma el documento, firmado por Francia, Italia, República Checa, Bulgaria, Hungría, Polonia, Rumanía y Eslovaquia.
Los países afirmaron que estos límites obligarían a los fabricantes de automóviles a invertir en mejorar el rendimiento de las emisiones de escape, dinero que sería mejor emplear en el desarrollo de vehículos de emisiones cero.
En conjunto, los países tendrían votos suficientes para bloquear la propuesta.
La Comisión Europea afirma que las normas —que sólo se aplican a los vehículos nuevos, no a los que ya circulan por las carreteras— son necesarias para reducir las emisiones nocivas para la salud y evitar que se repita el escándalo del "dieselgate", en el que las empresas burlaron las normas.
La ley también endurecerá las pruebas de emisiones y obligará a los fabricantes a utilizar sistemas de control de la contaminación a bordo.
Italia y República Checa, entre otros países, cuentan con importantes industrias automovilísticas, y la postura de sus Gobiernos coincide con las críticas de algunos fabricantes a la norma Euro 7.
El fabricante checo Skoda ha advertido de la pérdida de 3.000 puestos de trabajo si la propuesta sigue adelante, mientras que el consejero delegado de Stellantis, Carlos Tavares, ha calificado de "inútiles" algunas partes de Euro 7.
Por primera vez, la ley también limitará la contaminación procedente de frenos y neumáticos.
Los ocho Estados miembros pretendían introducir otros cambios, como retrasar la fecha de entrada en vigor de la normativa.
La UE ya ha acordado que para 2035 todos los coches nuevos que se vendan en el bloque deberán tener cero emisiones de CO2. La ley se aprobó este año tras la oposición de algunos países, como Alemania, que consiguió una exención para los coches que funcionan con "e-fuel", o combustibles neutros en carbono.
(Información de Kate Abnett; editado en español por Benjamín Mejías Valencia)