Por Tom Westbrook y Jonathan Barrett
SÍDNEY (Reuters) - Los mapas del fondo del mar que se realizaron durante la infructuosa búsqueda del avión de Malaysia Airlines MH370 que desapareció, publicados por Australia, podrían aportar datos sobre bancos de pesca y los movimientos de los continentes.
La búsqueda en el Océano Índico terminó en enero tras haber rastreado una extensión de agua solitaria donde se alzan montañas submarinas más altas que el Everest y una fosa tectónica con volcanes submarinos se prolonga a lo largo de cientos de kilómetros.
El paradero del avión, que desapareció en marzo de 2014 en una ruta de Pekín a Kuala Lumpur con 239 personas a bordo, continúa siendo uno de los mayores misterios de la historia de la aviación.
Sin embargo, la información recogida en este concienzudo estudio de unos 120.000 kilómetros cuadrados de las aguas del oeste de Australia dará detalles sin precedentes a los pescadores, oceanógrafos y geólogos de la región, dijo Charitha Pattiaratchi, profesor de oceanografía costera en la Universidad de Australia Occidental.
"Están las localizaciones de montes submarinos que atraerán a muchos pescadores de altura internacionales", dijo Pattiaratchi a Reuters por teléfono.
Peces caros, como son el atún, la merluza, el reloj anaranjado o el alfonsino son conocidos por vivir cerca de estos montes submarinos, donde hay plancton.
Pattiaratchi también dijo que estos datos ayudarán a trabajar en el impacto de los tsunamis, ya que las montañas submarinas ayudan a que disminuya su energía destructiva, y también podrían cambiar cómo entendemos la división del supercontinente Gondwana.
Los investigadores creen que alguien podría haber apagado de forma deliberada el transmisor del MH370 antes de desviarlo miles de kilómetros, hacia el Océano Índico.
Varias piezas del avión se han recuperado del Océano y de la costa este de África y al menos tres se han confirmado como piezas del Boeing (NYSE:BA) 777 desaparecido.
(Información de Tom Westbrook y Jonathan Barrett; Editado por Paul Tait, Robert Birsel; Traducido por Alba Asenjo)