Río de Janeiro, 30 ene (EFE).- La petrolera brasileña Petrobras anunció hoy que su subsidiaria en Estados Unidos firmó el contrato de venta de la refinería de Pasadena a la estadounidense Chevron (NYSE:CVX) por 562 millones de dólares, tras meses de negociaciones iniciadas en mayo del año pasado.
En un comunicado, Petrobras informó de que la operación aún depende de la aprobación de los órganos de reglamentación de Brasil y de Estados Unidos y que el valor final estará sometido a unos "ajustes de capital de giro hasta la fecha del cierre de la transacción".
Del valor total de la venta, Petrobras recibirá 350 millones de dólares referentes al valor de las acciones de la refinería de Pasadena (EE.UU.) y 212 millones del capital de giro de la empresa.
Según Petrobras, "están siendo vendidas las sociedades" Pasadena Refining System Inc. (PRSI), responsable del procesamiento de petróleo y producción de derivados, y PRSI Trading LLC, que actúa como un brazo comercial de la primera.
La subsidiaria de Petrobras en Estados Unidos, Petrobras America Inc, controla íntegramente ambas sociedades.
Según la petrolera, controlada por el Estado brasileño pero con acciones negociadas en la bolsa de Sao Paulo, la refinería de Pasadena se trata de una "refinería independiente del Sistema Petrobras" que puede "operar con corrientes de crudos medianos y leves" y que produce derivados que "son comercializados típicamente en el mercado doméstico estadounidense".
Petrobras informó además de que la conclusión de la transacción estará sometida "al cumplimento de las condiciones precedentes usuales", como la obtención de las respectivas aprobaciones por parte de los órganos antimonopolios de cada país.
La operación se produce en el marco del Programa de Asociaciones y Desinversiones de la compañía y está "en línea" con su Plan de Negocios y Gestión entre los años 2019 y 2023.
La petrolera entró en una profunda crisis económica por los escándalos de corrupción destapados en su interior y el descenso de los precios internacionales del crudo, lo que obligó a la empresa a reestructurarse y poner en marcha un plan de venta de activos y un programa centrado en la producción y las desinversiones.