Río de Janeiro, 1 abr (EFE).- La petrolera estatal Petrobras (NYSE:PBR), mayor empresa de Brasil y que cuenta con 57.046 trabajadores, calcula que puede convencer a 12.000 empleados a renunciar con un nuevo programa de despidos voluntarios que anunció hoy, en el marco de sus esfuerzos para reducir costos.
La petrolera brasileña ya recortó 6.254 puestos de trabajo con un plan similar lanzado en 2014, al que también se adhirieron otros 1.055 empleados que saldrán de la empresa hasta mayo de 2017.
El nuevo Programa de Incentivo al Despido Voluntario fue ofrecido a todos los empleados de la empresa, independientemente de su edad o del tiempo de trabajo en la empresa, y que tendrán plazo entre el 12 de abril y el 31 de agosto para solicitar su inclusión, según el comunicado divulgado este viernes por la empresa.
"Actualmente la compañía posee cerca de 12.000 empleados en condiciones de jubilarse. Considerando una adhesión de este tamaño, el costo previsto para la implantación del programa es de 4.400 millones de reales (unos 1.190 millones de dólares)", según la nota.
La empresa calcula que, con la adhesión de 12.000 empleados, el plan de despidos voluntarios podrá generar un ahorro de 33.000 millones de reales (unos 8.918,9 millones de dólares) hasta 2020.
La petrolera, que ha lanzado desde el año pasado otros planes para reducir sus costos, aseguró que el objetivo del nuevo programa es "adecuar su fuerza de trabajo a las necesidades del Plan de Negocios para optimizar la productividad, así como reducir costos con el objetivo de alcanzar las metas del Plan".
La compañía aclaró que el nuevo programa fue desarrollado teniendo en cuenta la necesidad de preservar el número de empleados necesario para garantizar la continuidad operacional de la compañía y el ajuste de personal en todas las áreas.
Igualmente para reducir costos y mejorar la eficiencia, el Consejo de Administración de la petrolera aprobó el pasado miércoles una profunda reforma estructural que recortó en un 43 % el número de funcionarios con cargo de gerente, que ascendía a cerca de 5.300.
La reestructuración privó a 2.279 funcionarios de las áreas operacionales de Petrobras del estatus de gerente, que les garantizaba mayores salarios y algunos premios económicos.
La reforma también redujo de siete a seis el número de direcciones de la empresa, al fundir la que se encargaban de los negocios de gas natural con la responsable por las refinerías, y redistribuyó las actividades de cada una.
La empresa calcula que esta reestructuración le garantizará un ahorro anual de cerca de 1.800 millones de reales (unos 500 millones de dólares) en sus costos operacionales.
Con sus reformas, la empresa busca adecuar la empresa a la nueva realidad del sector provocada por la fuerte caída de los precios de los combustibles en el mercado internacional y la devaluación del real frente al dólar, que se situó en el 48 % el año pasado.
Petrobras sufrió pérdidas récord por 34.836 millones de reales (9.660 millones de dólares) en 2015, precisamente el año en que comenzó a implementar un plan de desinversiones por 98.400 millones de dólares para reducir su deuda, que llegó a niveles récords; generar más liquidez en caja y enfrentar la crisis provocada por la caída de los precios del crudo.