Por Barani Krishnan
Investing.com - Los precios del petróleo volvieron a caer el miércoles después de que los datos mostraran una reducción de 3.2 millones de barriles la semana pasada de la Reserva Estratégica de Petróleo (SPR) del país, en medio de un nuevo llamamiento del presidente Joe Biden a los reguladores para que tomen medidas contra la colusión "ilegal" que está detrás de los altos precios de la energía.
A principios de esta semana, la Agencia Internacional de la Energía, con sede en París, advirtió de un aumento de la oferta mundial de crudo en el cuarto trimestre y de un nuevo repunte de los casos de COVID-19 en Europa.
El informe semanal de la Administración de Información Energética sobre la oferta y la demanda de petróleo, publicado el miércoles, mostraba que los niveles de inventario de la SPR habían descendido a 606.1 millones de barriles a finales del 12 de noviembre, frente a los 609.4 millones de la semana del 5 de noviembre.
La Casa Blanca llevaba semanas barajando la posibilidad de utilizar la SPR en un intento de enfriar los precios de la gasolina en los surtidores estadounidenses, que se venden al menos un 60% más que hace un año, entre 3.40 y 4.05 dólares el galón.
No se sabe si la fuerte caída de las existencias de la SPR citada por la Administración de Información Energética (EIA) para la semana pasada fue una consecuencia directa de la política que estudia la Casa Blanca.
Las liberaciones de la SPR se hacen a veces para aliviar la escasez de suministros por eventos como los huracanes, y Estados Unidos ha tenido algunas tormentas realmente debilitantes este año, en particular el huracán Ida de agosto, que cerró gran parte de la producción de petróleo y la refinación durante semanas.
Pero al mercado del petróleo no se le escapó hacer una conexión entre la liberación de la SPR y la batalla de Biden contra las compañías de petróleo y gas, a las que ha acusado de subir los precios.
El West Texas Intermediate, crudo estadounidense de referencia, bajaba 1.68 dólares, o un 2.1%, hasta los 78.96 dólares por barril a las 12:30 PM ET (17:30 GMT). En lo que va de semana, el WTI bajó un 3.4%, tras perder un 4% en las tres semanas anteriores. Anteriormente, el crudo de referencia estadounidense había alcanzado máximos de siete años por encima de los 85 dólares a mediados de octubre.
El crudo Brent operado en Londres, bajó 1.47 dólares, o un 1.8%, hasta 80.96 dólares. En lo que va de semana, el Brent bajó un 1.5% en la semana, tras perder también un 4% en las tres semanas anteriores. Anteriormente, el índice de referencia mundial alcanzó un máximo de tres años por encima de los 86 dólares.
La caída del mercado del miércoles se produjo a pesar de que las reservas de crudo de Estados Unidos se redujeron en 2.1 millones de barriles la semana pasada, frente a los pronósticos del sector de una reducción de 1.2 millones.
Las existencias de gasolina y destilados también cayeron durante la semana en cuestión, lo que habría supuesto un mercado alcista para el petróleo.
La reducción de la SPR se produjo a raíz de una carta que Biden envió a la Comisión Federal de Comercio de EE.UU., en la que instó a tomar medidas inmediatas contra las empresas petroleras y de gas, a las que señaló de demostrar un "comportamiento anticonsumidor".
"Le escribo para llamar su atención sobre las crecientes pruebas del comportamiento anticonsumidor de las compañías petroleras y de gas", escribió Biden en su carta a la Comisaria Federal de Comercio, Lina Khan. "La conclusión es la siguiente: los precios en las gasolineras siguen siendo altos, aunque los costos de las compañías petroleras y de gas están disminuyendo".
Añadió que la FTC tiene autoridad para investigar si una "conducta ilegal" está costando a las familias estadounidenses más de lo que deberían pagar. "Creo que debería hacerlo inmediatamente".
A pesar del desplome de los precios del petróleo en las últimas 2 semanas y media, el WTI sigue subiendo un 61% en el año, mientras que el Brent muestra una ganancia del 57% desde finales de 2020.
Los precios del petróleo subieron casi sin parar en los siete meses anteriores, ya que la alianza productora OPEP+ desoyó repetidamente los llamamientos de Estados Unidos y otros países consumidores para que aumentara la oferta y se ajustara a la demanda que aumenta por la recuperación de la economía mundial tras la pandemia de coronavirus.