Sao Paulo, 21 jul (.).- La Federación de Industrias del Estado de Sao Paulo (Fiesp), la mayor y más influyente patronal de Brasil, protestó hoy por la subida de algunos impuestos a los carburantes decretada la víspera por el Gobierno de Michel Temer.
La Fiesp rechazó la subida impositiva sobre la gasolina, el diesel y el etanol con la colocación de enormes patos amarillos en la puerta de su sede, situada en pleno corazón financiero de Sao Paulo, la mayor ciudad de Brasil.
Con la leyenda "No voy a pagar el pato", los patos hinchables se convirtieron en uno de los símbolos de la Fiesp en el marco de las protestas contra la expresidenta Dilma Rousseff que tuvieron lugar el año pasado durante el juicio político que desembocó en su destitución por supuestas irregularidades fiscales en los presupuestos.
"Estamos indignados con el anuncio del alza de impuestos sobre los combustibles (...) Es perjudicial para el conjunto de la sociedad", señaló el presidente de esa patronal, Paulo Skaf, citado en un comunicado.
Según justificó el Gobierno, la subida "es absolutamente necesaria" para "la preservación del ajuste fiscal y la manutención de la trayectoria de recuperación de la economía brasileña".
Con ella esperan recaudar 10.400 millones de reales (unos 3.300 millones de dólares) adicionales en lo que resta del año y que servirán para cumplir con la meta de déficit fiscal prevista para 2017.
La medida puede llegar a traducirse en una subida de 0,41 reales (unos 0,13 dólares) por cada litro de gasolina con el riesgo de que también aumenten otros bienes como los alimentos debido al mayor costo para su traslado.
"Aumentar los impuestos no va a resolver la crisis, por el contrario, la agravará en un momento en el que la actividad económica ya da señales de recuperar", explicó Skaf, en referencia a los dos últimos años de profunda recesión que padeció Brasil con una caída acumulada de su PIB de más del 7 %.
El empresario añadió que la subida "recae sobre la sociedad, que ya está sofocada con 14 millones de desempleados, falta de crédito y sin condiciones generales para el consumo".
No obstante, la Fiesp se mostró a favor del nuevo recorte en los gastos previstos en el presupuesto de este año de 5.900 millones de reales (unos 1.900 millones de dólares), también anunciado por el Gobierno este jueves.
El nuevo ajuste se suma a otro anunciado en marzo pasado por valor de 42.100 millones de reales (unos 13.500 millones de dólares) de distintas partidas presupuestarias.
"Todos saben que el camino correcto es cortar gastos, aumentar la eficiencia y reducir el desperdició", apuntilló Skaf.
El Ejecutivo espera que las medidas decretadas sean suficientes para garantizar el cumplimiento de la meta fiscal que se impuso para 2017, cuando espera limitar el déficit público del país en 139.000 millones de reales (unos 44.000 millones de dólares), que equivale a alrededor del 2 % del PIB del país.
Esa meta no estaba del todo garantizada ante la rebaja progresiva de las expectativas de crecimiento para este año, que afectan directamente la recaudación por parte de la administración pública.