Investing.com - Cada vez que Trump habla, baja el precio del petróleo, al menos, últimamente. Ayer, el presidente de Estados Unidos publicó un tuit en el que decía que la OPEP y Arabia Saudí no deberían recortar la producción de petróleo. El mercado debió tomárselo como una de las “advertencias que suenan a amenaza” características de Trump, y el precio bajó un 1%.
Arabia Saudí barajaba recortar 500.000 barriles al día o, al menos, defender esa propuesta en la reunión de la OPEP del próximo 3 de diciembre. Pero este fin de semana elevó su estimación de recorte de producción hasta 1 millón de barriles diarios, argumentando un descenso de la demanda final global a partir de 2019 debido a la desaceleración de la expansión económica, lo que hizo que los precios repuntaran.
Actualmente, el Brent retrocede por debajo de la frontera psicológica de 70 dólares y el WTI hasta por debajo de los 60 dólares.
Bueno para el ciclo económico
Que el precio baje es bueno para los analistas de Bankinter (MC:BKT). “Bueno para una inflación inferior en los próximos meses (estimamos que ahora aproximadamente el 50% de la inflación global se debe al encarecimiento del petróleo) y, por tanto, también para el ciclo económico, aunque como reacción no tan positiva a corto plazo provoca caídas de las cotizaciones de las petroleras y eso presiona a la baja a las bolsas, especialmente la americana”, explican.
“La reciente apreciación del dólar hace más que necesario para los países consumidores y no productores un abaratamiento del petróleo, ya que este se paga en dólares y Estados Unidos es perfectamente consciente de ello como variable geoestratégica. En realidad, el petróleo debería tender a abaratarse, al margen de los comentarios de Trump”, añaden estos expertos.
Así, desde Bankinter apuntan a 4 razones por las que debe cumplirse esta tendencia:
- Elevada puesta en mercado por parte de los principales productores mundiales: Rusia, Nigeria, etc., para mejorar ingresos fiscales. Además, Estados Unidos probablemente alcanzará su objetivo geoestratégico de alcanzar la independencia energética en 2019 al producir 12 millones de barriles diarios (versus 11,6 millones previstos para este año). Coincide que puntualmente Kazakstán, que no es un jugador muy conocido, consigue elevar un 4,8% su producción, hasta 1,82 millones de barriles al día (representa casi el 2% de la producción mundial).
- Estabilización de la demanda final por la suavización del ciclo económico global y por el aumento de cuota de las energías renovables.
- Situación de inventarios más bien elevados.
- Especulaciones sobre una ruptura interna de la OPEP que, incluso, cuestionan su existencia futura, puesto que cada vez tienen más participación los productores ‘no OPEP’.
La OPEP debe actuar
José Luis Cárpatos, CEO de Serenity Markets, destaca que “el recuento de instalaciones petrolíferas realizado por Baker Hughes nos ofrece un incremento de nada menos que de 14 instalaciones nuevas, lo que lleva la diferencia con respecto al año pasado a 174. Esto es un potencial incremento de la producción en Estados Unidos que debe pesar negativamente en los precios del crudo, así que la OPEP debería ponerse las pilas, no pensar tanto y actuar más, si quiere subir el precio del crudo, porque el mercado les está apretando las tuercas y, con los fuertes descensos que estamos viendo tanto hoy como ayer, el mensaje es claro: hay que recortar la producción”.
Temor
Ante este escenario, Desde Link Securities apuntan que “las noticias/rumores sobre una posible intervención del mercado del crudo por parte de la OPEP y sus socios ‘no OPEP’ han frenado, de momento, la caída del precio de esta materia prima. El temor de los productores a que vuelva la sobreoferta al mercado, consecuencia de las elevadas producciones de muchos países, del menor impacto del esperado de las sanciones estadounidenses a Irán -las excepciones a la compra de crudo iraní han sorprendido por su alcance- y de la debilidad de la economía mundial, que puede terminar lastrando la demanda de petróleo, creemos que es factible que les termine impulsando a intentar reducir la oferta de crudo mundial, al menos durante unos meses”.
Según añaden estos expertos, “habrá que ver si esta medida es capaz de estabilizar el precio del crudo o, por el contrario, resulta ser ineficaz y continúa la caída del mismo. Lo que sí es cierto es que los valores relacionados con el petróleo se van a seguir moviendo en bolsa en función de cómo evolucione el precio de esta materia prima”.
Perspectivas
Ante este escenario volátil, las consultoras ya hacen sus previsiones. Según recoge en su análisis Barani Krishnan, analista de Investing.com, Energy Aspects ha reducido sus previsiones de precio del Brent para el cuarto trimestre de 2018 en 8 dólares hasta 79 dólares por barril y, teniendo en cuenta que la Administración Trump ha mostrado su clara preferencia por un descenso de los precios del petróleo, también ha reducido sus previsiones para 2019 en 7 dólares hasta 85 dólares.