Moscú, 13 sep (EFE).- Rusia criticó hoy la decisión de la Unión Europea (UE) de tender un gasoducto a través del Caspio, aduciendo que Bruselas no ha tenido en cuenta la situación geopolítica de la región.
"Rusia lamenta esta decisión de la UE. Parece que fue tomada sin tener en cuenta la realidades geopolíticas ni la situación jurídica internacional de la región", afirmó Alexandr Lukashévich, portavoz de la Cancillería rusa, citado por la agencia Interfax.
Los Veintisiete dieron ayer el mandato a la Comisión Europea (CE) para que negocie con Azerbaiyán y Turkmenistán el tendido de un gasoducto que traiga carburante a Europa desde la cuenca del Caspio eludiendo territorio ruso.
La Cancillería rusa recordó que los cinco países de la región (Rusia, Irán, Azerbaiyán, Kazajistán y Turkmenistán) han acordado que todos los asuntos fundamentales relativos a la actividad en el mar Caspio deben ser decididos por los propios países ribereños.
"Es evidente que el trazado de un gasoducto en un mar cerrado con gran actividad sísmica y tectónica pertenece a esa clase de asuntos. Las consecuencias de las obras y explotación del gasoducto, y sobre todo (posibles) accidentes, pueden afectar a todos los países de la ribera", apuntó Lukashévich.
El diplomático subrayó que el proyecto europeo nada tiene que ver, en cuanto a calidad, volumen y riesgos, con las tuberías que en la actualidad unen los yacimientos del Caspio con la costa.
"Por lo que sabemos, es el primer proyecto de este tipo para la Unión Europea. Y nos sorprende que se propongan hacerlo (el gasoducto) precisamente en el Caspio, a cuyas costas no da ninguno de los países de la UE", aseveró la nota.
La UE pretende recibir entre 45.000 y 90.000 millones de metros cúbicos de gas al año desde el mar Caspio, lo que equivale al 10-20 % de la demanda que tendrá en 2020, a través del llamado Corredor del Sur.
Nabucco, el proyecto más avanzado de ese corredor energético, podría comenzar a funcionar en 2015, y cinco años después transportaría 31.000 millones de metros cúbicos de gas anuales (aproximadamente un 5% de la demanda total de la UE prevista).
Los Veintisiete pretenden así evitar nuevas crisis de suministros de gas como la que afectó a varios países comunitarios en enero de 2009, a raíz de una disputa comercial entre Rusia y Ucrania.
Bruselas compra a Rusia el 25 % del gas que consume y, de ese total, el 80 % llega a los Veintisiete a través de territorio ucraniano (el 20% restante lo hace vía Bielorrusia).
Por su parte, Rusia, que considera el proyecto europeo "político", ha sellado acuerdos con varios países para el tendido del gasoducto South Stream, la alternativa a Nabucco.EFE