París, 18 feb (EFE).- Los ministros de Finanzas del G20 comienzan hoy una reunión de dos días con la intención de buscar un consenso sobre el diagnóstico de los desequilibrios financieros globales, aunque con suspicacias entre sus miembros por las medidas correctoras que se les podrían pedir para paliar dichas asimetrías.
La presidencia francesa del G20, que se ha fijado cinco grandes prioridades para este año, ha rebajado últimamente sus ambiciones para este encuentro ministerial de París, en el que su principal objetivo es acordar indicadores de esos desequilibrios, y ha puesto el acento de que no se trata de señalar a nadie como culpable.
La titular de Finanzas, Christine Lagarde, ha señalado que espera poder presentar mañana en la conferencia de prensa de cierre esos indicadores.
Pero, a falta de un acuerdo, el borrador del comunicado final con el que han trabajado las delegaciones estos últimos días se limitaba a establecer que debe usarse un "número limitado", sin poder avanzar cuáles.
La cuestión genera desacuerdos manifiestos por la presión que se ha puesto sobre los países emergentes en general y sobre China en particular para que revalúen sus monedas y pongan fin a su acumulación de divisas.
Por si fuera poco, algunos de esos países emergentes tampoco quieren oír hablar de una regulación de los precios de las materias primas, que figura entre los objetivos de la presidencia francesa, y Brasil y Argentina lo hicieron saber ayer.
Para organizarse como bloque, los ministros de cinco de los grandes emergentes -China, Brasil, India, Argentina y Rusia- se reúnen esta misma mañana en París horas antes de que el presidente francés, Nicolas Sarkozy, abra el encuentro del G20 con un discurso ante los responsables de Finanzas para marcarles la agenda.
Tras la recepción de Sarkozy, la discusión empezará con una cena y se prolongará durante la jornada de mañana, con un total de cinco sesiones de trabajo sobre la situación económica mundial, la reforma del sistema monetario internacional, la regulación financiera, la volatilidad de los precios de las materias primas y la financiación del desarrollo y de la lucha contra el cambio climático.
En ellas se esperan a los ministros de 25 países, los del G20 propiamente dichos y cinco invitados: España como "invitado permanente", Singapur, Emiratos Árabes Unidos, Etiopía y Guinea Ecuatorial (este último como presidente de la Unión Africana).
En el caso de España, la vicepresidenta segunda del Gobierno y ministra de Economía, Elena Salgado, acude a la reunión esta tarde tras aprobar en Consejo de Ministros el decreto de recapitalización de las entidades financieras, una medida que precisamente está en línea con las recomendaciones del grupo de las veinte naciones.
El secretario de Estado de Economía de España, José Manuel Campa, se encuentra ya en París para participar en las reuniones preparatorias del encuentro.
El Consejo de Estabilidad Financiera (FSB) -organismo del G20 encargado de supervisar la reforma financiera- instó el pasado 7 de febrero a las autoridades españolas a continuar con reformas como fomentar la capacidad de las cajas de ahorro de incrementar el capital de fuentes externas.
Este organismo, que no participa en la presente reunión del G20, consideró necesarios en España más esfuerzos en la regulación "para asegurar que las participaciones industriales no generen conflictos de intereses u otros riesgos". EFE