Damià S. Bonmatí
Washington, 21 nov (EFE).- Centenares de personas acampan ya a las puertas de los grandes almacenes y las empresas preparan sus ofertas más agresivas para el "Black Friday", el día de más ventas del año en EEUU, pero esta vez algunos grandes almacenes afrontan un problema: sus empleados amenazan con protestas.
Tras la celebración de Acción de Gracias, el viernes será en EEUU el día de más ventas del año y de las ofertas más competitivas.
"Espero hacerme con dos ordenadores portátiles y un televisor", dijo a la cadena ABC Miriam Santamaria, que acampa desde hace días en la puerta de unos grandes almacenes de Los Ángeles con el objetivo de ahorrarse 600 dólares.
Pero el "Black Friday" también es el día de las tácticas comerciales más agresivas y eso se le ha puesto en contra a Walmart, la mayor cadena de almacenes del país, en la que parte de sus empleados amenazan con protestas e incluso con la huelga.
"Es una semana clave para la empresa y queremos que todos los clientes que pasen por las tiendas se den cuenta de nuestra situación", declaró a Efe Monique Velázquez por teléfono desde una manifestación en Los Ángeles.
Para compensar la mala temporada de ventas, algunas grandes cadenas anunciaron que adelantarían el "Viernes negro" al jueves a las ocho de la tarde.
Año tras año, la hora ha ido avanzando y esta vez ya coincide con el momento en el que las familias estadounidenses están reunidas en torno a un pavo relleno, o lo que queda de él a esas horas.
La decisión indignó a muchos empleados. Los trabajadores de los grandes almacenes Target recogieron unas 350.000 firmas para que la empresa no abra sus puertas hasta el viernes por la mañana y los de Walmart, los más combativos, han convocado protestas y paros durante toda la semana, incluido el "Black Friday".
"Demuestra que Walmart solo piensa en ganar unos dólares más en vez de tener cerrada su tienda un par de horas para las familias", critica Monique Velázquez, madre soltera con cinco hijos y empleada de los grandes almacenes desde hace un año.
"No nos dejan cenar y disfrutar de la unión familiar para tener siempre las tiendas abiertas", subrayó a Efe su compañera Maria Elena Jefferson.
De hecho en Walmart, el "Black Friday" ha hecho explotar otras reivindicaciones de la plantilla, como los supuestos salarios bajos, las condiciones de trabajo y el exceso de horas.
Sin embargo, ante la escalada de protestas, Walmart presentó en las últimas horas una queja formal ante la Junta Nacional de Relaciones Laborales contra los dos sindicatos que promueven la acción, confirmó el diario "The New York Times".
Asimismo, la Federación Nacional de Vendedores Minoristas defiende la táctica de sus afiliados: "Hay mucha emoción en torno a las ventas anticipadas, es básico para las empresas evolucionar constantemente como hacen también los consumidores", declaró en un comunicado su presidente, Matthew Shay.
Y es que las cifras que mueve este fin de semana de compras masivas son estratosféricas. Los comerciantes esperan un crecimiento de las ventas del 4,1 % y predicen que unos 147 millones de personas se acercarán a las tiendas, indicó un estudio de la Federación Nacional de Minoristas.
A juzgar por el año pasado, la apertura de las tiendas la medianoche del viernes o incluso las horas previas son un gran reclamo para el público más joven, que sin problemas sustituye los compromisos familiares por las compras.
Se calcula que uno de cada cuatro compradores de las ofertas de Acción de Gracias del año pasado optaron por las franjas horarias anticipadas y las largas colas bajo el frío.
Este año probablemente con protestas reivindicativas durante la más consumista de las esperas. EFE