Por Lisa Rapaport
(Reuters Health) - Violar las normas sería tan irresistible para los adolescentes de hoy como lo fue para sus padres, pero un nuevo estudio sobre el uso de los hashtags secretos en las redes sociales, como #selfharmmm, sugiere que las nuevas tecnologías les facilitaría la comunicación sobre las conductas peligrosas.
Cuando se trata de las lesiones autoinflingidas no suicidas, como los cortes o las quemaduras con la intención de lastimarse, los adolescentes son muy ingeniosos para elaborar hashtags sobre sus actividades, evadir la protección sobre los contenidos y las advertencias, y dificultarles a sus padres el monitoreo de sus vidas virtuales.
"Las comunidades online alrededor de esos hashtags sirven para que los adolescentes desarrollen el sentido de la pertenencia y reciban contención orientada a esas conductas poco saludables", dijo la autora principal, doctora Megan Moreno, especialista en medicina adolescente de University of Washington y el Instituto de Investigaciones del Hospital de Niños de Seattle.
Su equipo utilizó el término #selfharmmm para buscar mensajes públicos en Instagram, una plataforma para compartir fotografías popular entre los adolescentes, asociados con hábitos autodestructivos. Luego, utilizaron los resultados para identificar una lista de hashtags ambiguos, como #blithe, #MySecretFamily y #SecretSociety123, que estaban asociados con las mismas conductas peligrosas.
Otros hashtags relacionados con las enfermedades mentales mediante nombres comunes fueron #Deb para la depresión, #Annie para la ansiedad y #Olive para el trastorno obsesivo compulsivo.
La cantidad de resultados con los hashtags de autolesiones era alta y crecía en el tiempo.
El término #cat, que se refiere a cortes, proporcionó más de 44 millones de resultados en el 2014 y más de 56 millones en el 2015, según publica el equipo en Journal of Adolescent Health. También crecieron los resultados para #selfharmmm en ese período: 1,7 millones en el 2014 y más de 2,4 millones en el 2015. En sus distintos usos, #SecretSociety123 aumentó unos 500.000 entre ambos años.
El equipo reconoció que el estudio tuvo algunas limitaciones, pero, aun así, Moreno consideró que los resultados demuestran una vez más que los padres no pueden confiar en las redes sociales para que sus hijos se comuniquen de manera segura y demuestra que tienen que ser proactivos en la comunicación con sus hijos sobre sus experiencias online.
Un segundo estudio sobre los trastornos alimentarios, como la anorexia y la bulimia, indica que una respuesta efectiva para contrarrestar el contenido poco saludable de las redes sociales incluiría los encuentros con los adolescentes donde tienen sus vidas virtuales.
Los autores analizaron videos de YouTube que promovían esos trastornos con términos como "pro-ana" y comentarios contrarios a esas conductas de riesgo con términos como "anti pro-ana".
Mientras que los videos pro-ana eran más populares que los videos contrarios al trastorno (4,8 versus 1,4 millones de vistas), los contenidos críticos generaban más comentarios y un intercambio más positivo.
Esto sugiere que subir contenido crítico de una conducta peligrosa ayudaría a contrarrestar el contenido de las redes sociales que promueve opciones poco saludables, según dijo Atte Oksanen, de la Universidad de Tampere, Finlandia, que dirigió el estudio.