Por John Davison
BAGDAD, 30 ago (Reuters) - El poderoso clérigo iraquí Moqtada al-Sadr ordenó el martes a sus seguidores que pongan fin a sus protestas en el centro de Bagdad, aliviando un enfrentamiento que provocó los hechos de violencia más mortíferos en la capital iraquí en años.
Tras pedir disculpas a los iraquíes por la muerte de 22 personas en enfrentamientos entre un grupo armado leal a él y facciones musulmanas chiíes rivales respaldadas por Irán, Sadr condenó los enfrentamientos y dio a sus propios seguidores una hora para dispersarse.
"Esto no es una revolución porque ha perdido su carácter pacífico", dijo Sadr, antiguo líder insurgente antiestadounidense, en un discurso televisado. "El derramamiento de sangre iraquí está prohibido".
Al cumplirse el plazo, alrededor de las 14.00 hora local (1100 GMT), se pudo ver a los seguidores de Sadr comenzar a abandonar el área de la fortificada Zona Verde del centro de Bagdad, donde se encuentran las oficinas del gobierno y donde habían ocupado el Parlamento durante semanas.
Los enfrentamientos del lunes entre facciones rivales de la mayoría chií de Irak se producen después de 10 meses de estancamiento político desde las elecciones parlamentarias de octubre, que han hecho temer una escalada de los disturbios.
Sadr fue el ganador de los comicios, pero fracasó en sus esfuerzos por formar un gobierno con los partidos árabes musulmanes suníes y kurdos, excluyendo a los grupos chiíes respaldados por Irán.
La violencia de esta semana estalló después de que Sadr informó que se retiraba de toda actividad política, una decisión que, según dijo, respondía al fracaso de otros líderes y partidos chiíes en la reforma de un sistema de gobierno corrupto y en decadencia.
El ejército iraquí declaró el lunes un toque de queda de duración indefinida en todo el país e instó a los manifestantes a abandonar la Zona Verde.
(Reporte de John Davison, Moataz Mohamed y Parisa Hafezi en Dubái; escrito por Nadine Awadalla y Dominic Evans; editado en español por Carlos Serrano)