Berlín, 29 mar (.).- Un asesor de la excanciller alemana Angela Merkel salió este martes en defensa de su política energética, blanco de críticas en las últimas semanas debido a la dependencia de las importaciones de gas ruso que dificultan un embargo total contra Moscú.
Lars-Hendrik Röller, que fue el principal asesor de Merkel en materia económica, aseguró que dicha política era fruto de un "consenso, del que todos participaban," en una entrevista publicada hoy por el diario "Handelsblatt".
"Neutralidad climática hasta 2045, fuera la energía nuclear y fuera el carbón, entonces sólo queda el gas, por lo menos mientras que las energías renovables no suministren lo suficiente," fueron los términos en los que el economista describió dicho consenso.
Ante la pregunta de por qué el Gobierno de la gran coalición entre conservadores y socialdemócratas no escuchó las advertencias de aliados como Washington y Varsovia con respecto a la construcción del gasoducto Nord Stream 2, Röller argumentó que el gabinete de Merkel sí lo hizo, siguiendo una triple estrategia.
Ésta habría consistido en regular "a nivel europeo" Nord Stream 2 para que Moscú no obtuviese los "beneficios de un monopolio", por impulsar nuevos acuerdos gasísticos con Ucrania y por apostar por la construcción de terminales para almacenar gas natural licuado (GNL).
No obstante, durante el periodo en que la líder conservadora estuvo al frente de la cancillería no se construyó ninguna de estas terminales, de las que Alemania todavía carece por completo, aunque hay una proyectada.
El exasesor de Merkel defendió además la política de cooperar económicamente con estados con gobiernos autoritarios como forma de atraerlos hacia posturas más liberales.
"Intentar integrar a estados autocráticos no tiene por qué ser un error. Va más allá de los beneficios económicos, puede haber un intercambio cultural y científico," argumentó, aunque matizó que "cuando un país viola las reglas, hay que reaccionar".
En la actualidad, Alemania importa aproximadamente el 55 % del gas, el 50 % del carbón y el 35 % del crudo de Rusia, un porcentaje que el Ejecutivo del canciller Olaf Scholz está tratando de reducir a marchas forzadas.
Este martes, el ministro de Economía y Energía, el verde Robert Habeck, criticó la apuesta del anterior Gobierno por el gasoducto Nord Stream 2, cuyo proceso de certificación se encuentra suspendido y cuyo propósito es transportar gas ruso directamente a Alemania sin pasar por Ucrania.
"Sabíamos o hubiéramos debido saber que no sólo era tonto apostar todas las cartas en materia de política de seguridad a un solo país, sino que además no era una idea inteligente apostar precisamente por este país," dijo, haciendo referencia a Rusia.