Dublín, 5 ago (EFE).- El Allied Irish Bank (AIB), primer banco
privado irlandés, anunció hoy una pérdida neta de 786 millones de
euros en el primer semestre de 2009, frente a los 1.000 millones de
euros de beneficio que logró en el mismo periodo del año anterior.
Entre los factores que influyeron en los malos resultados, apuntó
AIB en un comunicado, destaca el montante de las provisiones por
riesgos crediticios y deudas morosas o incobrables, que el banco
definió como "préstamos deteriorados" y que se cifraron en 2.370
millones de euros.
También cayó el 2 por ciento el volumen de créditos concedidos a
"clientes", mientras que el de depósitos bancarios, también de
"clientes", lo hizo el 12 por ciento.
Según la entidad bancaria, la calidad de sus bienes y activos se
deterioró significativamente durante el primer semestre de 2009, en
especial aquellos vinculados al sector inmobiliario.
Así, hasta el 25 por ciento de los créditos o préstamos
concedidos están siendo ahora "escrutados detalladamente" por el
banco, al tiempo que el 8,1 por ciento de aquellos entran en la
categoría de "préstamos dañados".
"El efecto financiero del empeoramiento de la situación económica
-dice la nota- se ha extendido más allá del sector de la
construcción e inmobiliario, y otros sectores clave están ahora
experimentando dificultades".
"También -sigue el comunicado- hay pruebas que sugieren que los
clientes están adoptando un enfoque más precavido a la hora de
invertir, por lo que hay menos demanda de operaciones crediticias."
El AIB comenzará próximamente a transferir parte de sus bienes y
portafolios inmobiliarios "tóxicos" a la Agencia Nacional de Gestión
de Bienes (NAMA), lo que ofrece al banco buenas expectativas para el
futuro, aunque sus directivos insisten en que aún es pronto para
evaluar su impacto.
NAMA fue establecida por el Gobierno irlandés el pasado abril,
durante la presentación de unos presupuestos generales de
emergencia, para hacerse cargo de los activos tóxicos de los bancos,
cuyo valor ronda los 90.000 millones de euros. EFE