Estambul, 27 mar (EFE).- El año 2014 será una época difícil para la banca turca debido a las incertidumbres políticas y económicas, aunque las entidades están preparadas para afrontar la situación, indicó hoy la agencia de calificación Standard & Poor's.
Las tensiones políticas en Turquía, las elecciones -hay locales este domingo, presidenciales en agosto y generales en 2015- y la retirada de estímulos por parte de la Reserva Federal estadounidense pintan un futuro incierto para los bancos turcos, señala la agencia.
El escándalo de corrupción en las altas esferas turcas, que estalló en diciembre pasado, y la incertidumbre política harán que los bancos tendrán que pagar más para financiarse con capital foráneo, vaticina.
La subida de intereses que el Banco Central turco tuvo que efectuar a finales de enero para frenar la pérdida de valor de la moneda turca, la lira, está reduciendo los préstamos y erosionará las ganancias de los bancos, aunque éstos tienen en conjunto suficientes reservas para hacer frente a la situación, juzga Standard & Poor's.
Eso sí, la "creciente aversión de los inversores a los mercados emergentes" también se hará sentir en Turquía y los bancos dependerán mucho de la confianza del consumidor en la economía turca, por ahora no muy sólida.
Un "aterrizaje duro", concluye la agencia, sigue siendo un riesgo poco probable pero existente, que podría ser desencadenarse si la situación económica turca se deteriora a la vez que empeoran las condiciones de los mercados de deuda.