Por Leonardo Benessatto y Sergio Queiroz
BRASILIA/RIO DE JANEIRO, 19 jun (Reuters) - Miles de personas salieron a las calles el sábado en Brasil para protestar contra la respuesta del gobierno del presidente Jair Bolsonaro a la pandemia, criticando al mandatario por no comprar vacunas con la suficiente rapidez y por cuestionar la necesidad de usar mascarillas.
Brasil superó los 500.000 muertos por COVID-19 el sábado, el mayor número de fallecimientos en el mundo después de Estados Unidos.
El gobierno enfrenta fuertes críticas por haber dejado pasar oportunidades de comprar vacunas. La farmacéutica Pfizer (NYSE:PFE) dijo que no obtuvo respuesta a las primeras ofertas para vender vacunas al gobierno entre agosto y noviembre del año pasado.
"Estamos protestando contra el gobierno genocida de Bolsonaro que no compró vacunas y no ha hecho nada para cuidar a su pueblo en el último año", dijo Aline Rabelo, de 36 años, en la Explanada de los ministerios de Brasilia.
La oficina de prensa de Bolsonaro no respondió inmediatamente a una solicitud de comentarios. Sólo el 11% de los brasileños ha completado su programa de vacunación y el 29% ha recibido una primera dosis, según datos del Ministerio de Salud.
Globo, La mayor emisora de Brasil, informó que a primera hora de la tarde se habían realizado protestas en al menos 44 ciudades de 20 estados
Los manifestantes denunciaron que los 500.000 muertos son una forma de genocidio realizado por el gobierno contra el pueblo brasileño, sosteniendo letreros que exigían la destitución de Bolsonaro mientras cantaban y tocaban tambores.
Si bien los organizadores prometieron las mayores manifestaciones hasta el momento en más de 300 ciudades, las concentraciones en Río de Janeiro y Brasilia en la mañana del sábado no parecían ser mayores que las protestas del 29 de mayo.
Las protestas en Sao Paulo, la mayor ciudad de Brasil, comenzaron por la tarde.
Una comisión especial del Senado está investigando la respuesta de Bolsonaro a la pandemia, destacando la demora del gobierno en la búsqueda de vacunas, a la vez que priorizó tratamientos no probados para el COVID-19.
(Reported e Leonardo Benessatto en Brasilia y Sergio Queiroz en Rio de Janeiro; Escrito por Jake Spring; Editado en Español por Ricardo Figueroa)