Por Saad Sayeed y Mehr Nadeem
(Reuters) - El primer ministro pakistaní Imran Khan viaja a Estados Unidos el domingo con la esperanza de que el arresto de un líder extremista con una recompensa de 10 millones de dólares por su cabeza, y el progreso en las conversaciones de paz afganas ayuden a asegurar una recepción favorable.
Se espera que Khan intente mejorar las relaciones y atraer inversiones muy necesarias durante su reunión con el presidente de EEUU, Donald Trump, a cambio de garantías de cooperación plena para poner fin a la guerra en Afganistán y combatir las amenazas de atentados.
Tanto Trump, un promotor inmobiliario luego convertido en estrella de reality show, como Khan, capitán del equipo de críquet pakistaní ganador de la Copa del Mundo, llegaron al poder después de alcanzar la fama lejos de la política y la química entre los dos puede ser decisiva.
"Mucho dependerá del estado de ánimo en que se encuentren el presidente Trump y el primer ministro Imran Khan", dijo Farzana Sheikh, miembro asociado del Instituto Real de Asuntos Internacionales de Londres.
"Ninguno de ellos es conocido por ser particularmente predecible."
En su lucha para evitar una crisis de la balanza de pagos y obligado a solicitar un rescate del Fondo Monetario Internacional, Pakistán necesita urgentemente inversión extranjera, pero es probable que la seguridad sea el tema principal de la visita.
Khan estará acompañado por el poderoso jefe del ejército, el general Qamar Javed Bajwa. Los analistas creen que Bajwa desempeñará un papel clave en las discusiones entre bastidores, donde se llevarán a cabo gran parte de los asuntos serios de la visita, con los militares tratando de persuadir a Washington para que restablezca la ayuda y la cooperación.
"Es una visita que está siendo observada de cerca por los militares, que necesitan dinero desesperadamente", dijo la autora y analista Ayesha Siddiqa.
El año pasado, Trump recortó cientos de millones de dólares en asistencia de seguridad a Pakistán, acusando a Islamabad de no ofrecer "nada más que mentiras y engaños" mientras da refugio a extremistas, una acusación que Islamabad rechazó con enojo.
Pero Khan considerará que la detención el miércoles de Hafiz Saeed, el presunto autor intelectual de un ataque que duró cuatro días contra la ciudad india de Mumbai en 2008, enviará las señales adecuadas a Trump, que acogió con entusiasmo la noticia en Twitter.
Más de 160 personas murieron en esa ofensiva. Saeed es considerado 'terrorista' por Estados Unidos y Naciones Unidas.
Trump dijo que el arresto de Saeed "después de una búsqueda de 10 años", fue el resultado de la presión de su administración sobre Pakistán para que se vuelva más duro con los insurgentes.
Pero Saeed ha estado entrando y saliendo de las prisiones de Pakistán durante la última década e incluso ha participado en mítines públicos.
Además de las garantías de que está tomando medidas enérgicas contra los rebeldes, es probable que Khan haga hincapié en el papel de Pakistán a la hora de llevar a los talibanes a la mesa de negociaciones con los EEUU.
Trump no ha ocultado su deseo de poner fin a la participación militar de Estados Unidos en Afganistán y la cooperación de Pakistán será esencial para cualquier acuerdo que ponga fin a la guerra y garantice que el país no se convierta en una base para grupos armados como el Estado islámico.
"Estados Unidos, Rusia y China saben que sin la cooperación de Pakistán no puede haber solución en Afganistán", dijo Sheikh.
India, que en febrero estuvo a punto de entrar en guerra con Pakistán por la región disputada de Cachemira y que acusa a Islamabad de apoyar a los insurgentes, seguirá de cerca las conversaciones.
Nueva Delhi ha presionado al Grupo de Acción Financiera Internacional (GAFI), organismo mundial de vigilancia del blanqueo de dinero y las finanzas del extremismo, para que incluya a Pakistán en una lista negra de países que no cumplen las normas internacionales para poner fin a la delincuencia financiera.
Pero ha tenido sus propios problemas con la administración Trump en materia de comercio y le preocupa que se le excluya del proceso de paz en Afganistán.
(Información de Saad Sayeed; Editado por Nick Macfie; Traducido por Michael Susin en la redacción de Gdynia.)