Londres, 7 oct (EFE).- El ministro británico de Economía, George Osborne, ha pedido la aprobación de la Unión Europea (UE) para una eventual división del Royal Bank of Scotland (RBS), del que el 82 por ciento está en manos del contribuyente, revela hoy la prensa.
Osborne hizo la petición el pasado mes de julio antes de que entrasen en vigor unas reglas nuevas muy estrictas sobre los salarios de los ejecutivos y la financiación estatal de los bancos.
La notificación tenía como objetivo, según los medios, hacer más fácil que el Gobierno pueda llevar a cabo una eventual división del RBS entre un banco "bueno" y uno "malo", un plan que necesitaría aporte estatal.
El Gobierno lleva a cabo una revisión sobre el futuro del RBS y podría colocar los activos tóxicos en un "banco malo", que sería de propiedad estatal, según el diario "Financial Times" (FT).
Los expertos consideran que este plan puede ayudar a conseguir la recuperación del RBS.
Según el FT, Osborne ha analizado la reestructuración del RBS con el comisario europeo de la Competencia, Joaquín Almunia.
En 2009, Bruselas aprobó el rescate del RBS por 45.000 millones de libras (53.550 millones de euros).
Las nuevas reglamentaciones comunitarias hubieran prohibido al Gobierno británico comprar títulos a los accionistas del RBS y fijar un límite sobre los salarios de los altos ejecutivos.
El RBS fue el banco más castigado por la crisis crediticia de 2008 y forzó al entonces consejero delegado Fred Goodwin a dimitir.
Durante su gestión del RBS aprobó una serie de polémicas transacciones, como la compra con otras entidades del banco holandés ABN AmRo, que provocaron un agujero financiero en el banco, que tuvo que ser rescatado para evitar que su quiebra afectara al resto de la economía británica. EFE