Río de Janeiro, 17 dic (EFE).- La presidenta brasileña, Dilma Rousseff, dijo hoy que, aunque su país va a ser seguir importando equipos para la industria petrolera, se va a convertir "necesariamente" en el mayor productor de plataformas del mundo.
Rousseff habló así en la ceremonia de inauguración de la P-62, una nueva plataforma encomendada por Petrobras y construida en Brasil, con un 63 % de elementos producidos en el país.
"Con la exploración de petróleo en el presal ganando velocidad y escala, Brasil se transformará necesariamente en el mayor productor de plataformas de petróleo en el siglo XXI", afirmó.
El presal, el horizonte de explotación descubierto por Petrobras en aguas muy profundas del Atlántico, por debajo de una capa de sal de dos kilómetros de espesor, puede convertir a Brasil en uno de los mayores exportadores mundiales de crudo.
Según Rousseff, tan sólo para explotar Libra, el mayor yacimiento hasta ahora descubierto en el país y el primero del presal en ser licitado, serán necesarias entre 12 y 18 plataformas marinas, las cuales tendrán que contar con un contenido nacional, tanto en partes como en servicios, de al menos el 60 %.
Esta última condición prácticamente obliga a Petrobras a encomendar todas sus plataformas en los astilleros navales reabiertos o creados en los últimos años en el país precisamente para atender la demanda de la industria petrolera.
"Brasil va a necesitar muchas plataformas en los próximos años. Tenemos que pensar en grande, del tamaño de Brasil", afirmó Rousseff en su visita al astillero Atlántico Sur, en el estado de Pernambuco (nordeste) y que se adjudicó varios de los contratos de Petrobras.
La jefe de Estado aseguró que el país continuará importando equipos para la industria petrolera, pero aclaró que el Gobierno proseguirá en sus esfuerzos por aumentar el grado de contenido nacional de los equipos que sean utilizados por Petrobras, petrolera controlada por el Estado pero con acciones negociadas en bolsa.
Rousseff recordó que tan sólo este año los astilleros nacionales entregaron nueve nuevas plataformas, lo que, en su opinión, demuestra el dinamismo de la industria naval brasileña.
Según la mandataria, este sector ofrece actualmente 79.000 empleos, más de once veces los 7.000 que tenía en 2003.
La P-62 tiene una capacidad para producir diariamente 180.000 barriles de petróleo y 6 millones de metros cúbicos de gas.
La plataforma será destinada a reforzar la explotación en el campo de Roncador, uno de los yacimientos de Petrobras en la cuenca marina de Campos y en el que aún produce por encima de la capa de sal, y será instalado a 125 kilómetros del litoral del estado de Río de Janeiro en un local del Atlántico en que el agua tiene una profundidad de 1.600 metros.
Antes de la inauguración de la nueva plataforma, Rousseff y la presidenta de la Petrobras, Graza Foster, visitaron las obras de construcción de la vecina refinería Abreu e Lima, que está concluida en un 83,1 % y cuyo inicio de operaciones está previsto para 2014.
La refinería es construida exclusivamente por Petrobras tras el fracaso de las negociaciones para incluir a la venezolana PDVSA como socia del proyecto.
Esta planta tendrá una capacidad para procesar 230.000 barriles diarios de petróleo, cerca del 11 % de la actual capacidad de refino de Brasil. El 70 % de su producción será de diesel, un derivado que Brasil aún tiene que importar en elevadas cantidades para satisfacer su demanda.
"Estamos dando otro paso para que el país sea un gran productor y un gran transformador de petróleo", aseguró Rousseff en su visita a las obras. EFE