Por Laurence Frost y Edward Taylor
PARÍS/FRÁNCFORT (Reuters) - Se acaba el tiempo para los fabricantes de automóviles europeos, que han esperado hasta el último minuto para intentar cumplir los ambiciosos objetivos de emisiones de la UE y ahora se enfrentan a posibles multas por valor de miles de millones por incumplimiento.
Los fabricantes del grupo PSA o Volkswagen (DE:VOWG_p) utilizarán el Salón del Automóvil de Fráncfort de esta semana para desvelar los nuevos modelos y estrategias con los que esperan reducir las emisiones de dióxido de carbono en cuestión de meses.
Sin embargo, se trata de un reto lleno de obstáculos, ya que el precio de imponer una tecnología costosa a los consumidores no convencidos podría recortar los beneficios en una industria ya golpeada por un descenso de las ventas.
"Hay coches que se construyen con un coste adicional de 10.000 euros y los objetivos de emisiones cero requieren un cierto volumen de ventas. Sin embargo, puede que los consumidores no los quieran", dijo un ejecutivo de PSA.
"La situación puede explotar en cualquier momento."
Para el próximo año, las emisiones de CO2 deben reducirse a 95 gramos por kilómetro para el 95% de los automóviles con respecto a la media actual de 120,5 g, una cifra que ha ido aumentando a medida que los consumidores sustituían los motores diesel de bajo consumo por los SUV. Todos los vehículos nuevos en la UE deben ser compatibles en 2021.
Entre 2021 y 2030 se deberán reducir las emisiones de dióxido de carbono en un 37,5%, tras la reducción del 40% de las emisiones entre 2007 y 2021.
(Editado por Louise Heavens; traducido por Laura Hijón en la redacción de Gdansk)