Madrid, 13 jun (.).- El Tesoro Público español espera captar esta semana entre 5.500 y 7.500 millones de euros en dos subastas, una de letras y otra de bonos y obligaciones, en un momento en el que la rentabilidad de la deuda alcanza nuevos máximos en ocho años, mientras la prima de riesgo sube hasta niveles de 2020.
La primera de las subastas previstas por el Tesoro se celebrará mañana, y en ella, el organismo quiere colocar entre 1.500 y 2.500 millones de euros en letras a tres y nueve meses.
El jueves España ofrecerá bonos del Estado a cinco años, obligaciones a quince años, y otras obligaciones con vida residual de ocho años y un mes. En este tipo de deuda prevé adjudicar entre 4.000 y 5.000 millones de euros.
Las dos pujas del Tesoro serán las primeras después de que el pasado jueves el Banco Central Europeo (BCE) confirmara que en julio llevará a cabo una subida de los tipos de interés de 25 puntos básicos, el primer aumento del dinero en once años.
A este le seguirá otro en septiembre, cuya cuantía no ha decidido todavía, pero que podría elevarse en 50 puntos básicos.
Asimismo, el organismo aseguró que antes de subir tipos, el 1 de julio, concluirá su programa de compras de activos (APP).
Tras el BCE, las rentabilidades de los bonos europeos siguen subiendo. El rendimiento del bono español a diez años supera hoy el 2,9 %, nuevo máximo desde 2014, y el alemán alcanza el 1,58 %.
La prima de riesgo española supera los 130 puntos básicos, máximos desde la pandemia del coronavirus, en 2020.
Los analistas de Bankinter (BME:BKT) explican que el pasado jueves, el BCE "decepcionó con su falta de determinación con respecto a las subidas de tipos y de concreción en lo que se refiere al supuesto programa de compra de bonos soberanos europeos de los países más vulnerables, en caso de que el rendimiento de la deuda se eleve demasiado étricamente entre las economías de la eurozona".
Esto último, añaden, "fue lo que más dolió" y lo que provocó un alza de la rentabilidad de la deuda.
Asimismo, el analista de IG Sergio Ávila advierte de que "vuelven los fantasmas sobre la fragmentación de la deuda Europea". "El BCE cambió el sesgo del mercado tras avisar de que puede haber problemas de fragmentación en la deuda europea que podría terminar con ataques a los bonos de los países periféricos".
En este sentido, explica que las futuras subidas de tipos de interés en Europa pueden causar problemas en el pago de la deuda a los países periféricos que tienen grandes porcentajes de deuda frente al PIB.
También la agencia de calificación Moody's ha advertido de que la normalización de la política monetaria que ha emprendido el BCE, unida a las perspectivas de aumento de precios, provocarán un "deterioro" de la sostenibilidad de la deuda pública española "tan pronto como este año" y cifran en más de 4.000 millones de euros el aumento del coste de los intereses por la deuda ligada a la inflación.