Por Bob Strong
REDDING, EEUU (Reuters) - Unos 3.600 bomberos que combatían uno de los incendios forestales más destructivos en la historia de California esperaban el martes que vientos más suaves les permitan avanzar en la contención del fuego.
Las llamas provocaron la muerte de seis personas y otras siete estaban desaparecidas desde el jueves. Más de 800 casas y 300 edificios quedaron reducidos a cenizas, mientras que 37.000 personas se vieron forzadas a dejar sus hogares a medida que el incendio Carr consumía 42.000 hectáreas en Redding y sus alrededores.
Los bomberos informaron de algunos avances el lunes al poner líneas de contención en cerca del 23 por ciento del perímetro del incendio, un importante incremento desde sólo un 5 por ciento durante gran parte de la última semana, gracias a vientos más leves que se espera que permanezcan en la zona durante dos días.
El incendio, hasta ahora el séptimo más destructivo en la historia de California, estalló sin advertencia en Redding y las comunidades vecinas la semana pasada después de ser avivado por vientos huracanados hasta convertirse en una tormenta de fuego que atravesó el río Sacramento.
Es el mayor de los 17 incendios forestales que actualmente azotan al estado, alimentados por una sequía, altas temperaturas y vientos impredecibles.
Dos bomberos y al menos cuatro civiles murieron, entre ellos dos niños y su bisabuela, que perdieron la vida mientras se acurrucaban bajo una manta húmeda.
Vecindarios enteros, incluyendo a la ciudad de Keswick en las afueras de Redding, quedaron destrozados y los residentes debieron dejar sus casas en una evacuación caótica. El lunes, las autoridades comenzaron a permitirles a algunas personas volver a sus hogares, aunque unas 37.000 continúan bajo orden forzosa de evacuación.