Silicon Valley Bank y Signature Bank afrontaron corridas en sus depósitos temprano en el mes. Debido a un desajuste entre los pasivos y los activos, se formó una crisis de liquidez. Y, esta crisis, llevó a ambos bancos a la quiebra. Las autoridades se vieron en la obligación de intervenir para proteger a los depositantes. Al parecer, la crisis se ha logrado contener. Todo parece estar controlado.
La historia de siempre: Un mal manejo del riesgo por parte de los banqueros. Una supervisión inadecuada por parte de los reguladores. ¿Casos individuales o una crisis sistémica? Claro que los mercados se preocupan. ¿Cuál será el próximo banco en caer?
Las acciones de First Republic Bank cayeron vertiginosamente gracias a una crisis de confianza. Sus clientes comenzaron a huir, temiendo una caída al estilo de Silicon Valley Bank. Casos similares. Problemas de liquidez por colocar el dinero en activos ilíquidos. Básicamente, se asumieron más riesgos de lo necesario. Errores se cometieron. Y fueron muy imprudentes. En otras palabras, la receta perfecta para el desastre.