Vivimos en un momento clave de la historia tecnológica con el arribo de las criptomonedas y la cadena de bloques que han significado una reingeniería del negocio de la Internet a cómo se tenía estipulada su evolución hace una década atrás.
El uso de la tecnología descentralizada ha significado una aceleración del entorno enfocado en el usuario y centrada en la privacidad de sus datos, muy distintamente a la actual web como la conocemos con su manipulación y monopolio de la mano de la monetización centralizada de los gigantes como Facebook (NASDAQ:FB), Amazon (NASDAQ:AMZN) y Google (NASDAQ:GOOGL).
Blockchain sin duda ha puesto un alto a las prácticas de centralización de datos al permitir que los dispositivos estén conectados en una red descentralizada que no dependan de servidores controlados por únicas entidades.