Es una historia de codicia y ambición tan antigua como el tiempo. Pero, por alguna razón, no siempre aprendemos la lección. El exceso de confianza nos ciega con demasiada frecuencia. De hecho, las personas más capaces e inteligentes son las primeras en comentar los grandes actos de torpeza. En medio de tanto deseo, se asumen riesgos innecesarios para comer más de lo que podemos masticar. Y, en el proceso, nos exponernos a perder lo que tenemos y lo que no tenemos. Definitivamente, la estupidez humana es infinita.
Se pone en riesgo lo que sí necesitamos para ganar lo que no necesitamos. Es absurdo, pero sucede mucho. Las personas ponen en riesgo los ahorros de toda una vida en busca de rendimientos extraordinarios. En la práctica, se pone en riesgo el pan para comprar un lambo. En el proceso, se pierde el pan, el pan del otro y el lambo.
- Perspectiva sobre el precio de : 24/11
En este punto, es bastante útil hablar de la teoría de la estupidez. El hecho de que la estupidez está en todas partes. Pero, con frecuencia, subestimamos su enorme poder y no reconocemos su presencia. De hecho, las personas muy exitosas son, particularmente, propensas a la estupidez. Por lo general, la estupidez suele ser una explicación más exacta que la maldad. Y, en la mayoría de los casos, la estupidez es un agente mucho más dañino y destructivo que la maldad. Uno podría llegar a pensar que mucho de lo que ha ocurrido en el espacio cripto es producto de la maldad. Pero lo más seguro es que, una vez más, sea la estupidez la gran responsable de tanta destrucción de riqueza. El bandido gana perjudicando al otro. Pero, al menos, alguien gana algo.
El estúpido, por el contrario, arruina la fiesta para todos. Pierde él, pierden los demás, y pierden todos.Lea el artículo completo en Cointelegraph