Buenos Aires, 23 oct (EFE).- El Gobierno argentino anunció hoy la estatización total de la línea de trenes Sarmiento, foco de reiterados siniestros que en los últimos años han dejado más de 50 muertos y centenares de heridos.
En una rueda de prensa, el ministro argentino de Interior y Transporte, Florencio Randazzo, explicó que a partir de mañana la línea férrea será "operada plenamente por el Estado", una decisión que, dijo, "me pertenece".
"La presidenta no fue informada del accidente del sábado. No creo que contribuya a mejorar su salud el que sepa que hubo otro episodio en la estación de Once. La decisión la he tomado yo, tomé la responsabilidad", afirmó el ministro.
"Si hubiera podido consultar a la presidenta me hubiese dicho que era una decisión correcta", añadió.
La línea de trenes Sarmiento estaba manejada hasta ahora por la Unidad de Gestión Operativa Mitre Sarmiento (Ugoms) y, según indicó Randazzo, será gestionada a partir de ahora por la Sociedad Operadora Ferroviaria (Sofse) y a la Administración de Infraestructura Ferroviaria (Adif), ambas de carácter estatal.
El ministro anunció, además, que se implementarán nuevas medidas en todas las líneas ferroviarias, como los estudios psicofísicos a los conductores de tren, que serán realizados por especialistas de la Fuerza Aérea Argentina, al igual que a los pilotos de aviones.
También se llevarán a cabo cambios en los procedimientos de conducción y frenado.
"Nada ni nadie va a torcer la voluntad política de la presidenta, ni de quien les habla, de transformar el transporte público en la Argentina", dijo Randazzo.
La decisión del Gobierno argentino llega después del último accidente en la estación de Once, una de las principales de Buenos Aires y cabecera de la línea Sarmiento, en el que resultaron heridas cerca de un centenar de personas, y por el que está detenido el conductor del tren, Julio Benito.
En la misma línea, el pasado 13 de junio, tres personas murieron y más de 300 resultaron heridas por el choque de dos trenes en hora punta en el oeste de la zona urbana de Buenos Aires.
En febrero de 2012, 51 personas murieron y más de 600 resultaron heridas por otro choque en la estación de Once, una de las más transitadas de la capital, en lo que fue la mayor tragedia ferroviaria de la historia de Argentina.
Tras este siniestro, el Gobierno nacionalizó una parte de la línea, y anunció una revolución ferroviaria en este medio de transporte que usan a diario 2,7 millones de pasajeros que se desplazan entre la ciudad de Buenos Aires y su poblada área metropolitana. EFE