El consumo energético de las tecnologías criptográficas sigue estando en disputa. Según el Índice de Consumo Eléctrico de Bitcoin de la Universidad de Cambridge, se estima que Bitcoin, la red de criptodivisas más utilizada, consumió una cantidad estimada de 26.73 Teravatios-hora de electricidad al año y 167.72 Teravatios-hora de electricidad a través de activos energéticos en el punto de producción, más que los Países Bajos, Argentina o los Emiratos Árabes Unidos, utilizando estimaciones de 2020.
- Las diferentes narrativas energéticas de Bitcoin y la banca son una cuestión de perspectiva
“Tanto Bitcoin como Ethereum funcionan bajo el algoritmo de consenso ‘Proof of Work’, lo que significa que al momento de hacer una transacción todos los nodos compiten para verificar un bloque de la cadena. Esto requiere que los nodos consuman una determinada cantidad de energía. En el caso de Bitcoin, por ejemplo, consume más energía que algunos países enteros”, explicó Leo Elduayen, CEO de Koibanx. Sin embargo, el especialista aclara que hay diversas innovaciones que permiten desde su concepción aplicar un modelo más conservador de lo energético y ambiental. Se trata de las nuevas blockchain 2.0 o de “segunda generación”.