Bruselas, 20 feb (.).- El ministro español de Economía, Luis de Guindos, dijo hoy que su elección como nuevo vicepresidente del Banco Central Europeo (BCE) es un paso importante para España aunque el país aún necesita ganar mayor presencia en las instituciones de la Unión Europea (UE).
"Es un paso importante, pero España necesita tener mucho más peso en las instituciones comunitarias, mucha mayor presencia", dijo De Guindos en la rueda de prensa posterior al que fue su último Consejo de Ministros de Economía y Finanzas de la UE, cargo del que dimitirá en próximos días.
El titular de Economía fue elegido ayer por el Eurogrupo para sustituir en la vicepresidencia del BCE al portugués Vítor Constancio a partir del 1 de junio, un cargo que el Gobierno considera clave para volver a la cúpula de las instituciones económicas europeas, dónde perdió presencia en los últimos años.
De Guindos aseguró tener "mucha envidia" de los portugueses que, dijo, "hacen una labor magnífica de presencia" institucional", entre otras cuestiones porque están todos siempre unidos al respecto."
Cuando Constancio fue nombrado vicepresidente del BCE en 2010, Portugal también tenía a un representante, José Manuel Durao Barroso, como presidente de la Comisión Europea (CE) y, desde enero, además, su ministro de Finanzas ocupa la presidencia del Eurogrupo.
Respecto a la jefatura del Eurogrupo, renovada en enero, De Guindos dijo que no concurrió porque "personalmente creía que ese puesto debía ir a un socialdemócrata".
El ministro, que repasó su paso por el Consejo de la UE, señaló que desde que asumió la cartera, hace seis años, ha pasado "momentos difíciles", pero que desde 2012 el país ha mejorado su competitividad y reducido sus costes de financiación, lo que "está detrás de la recuperación de la economía española".
No obstante, reconoció que las "heridas" que dejó la crisis financiera "no se han cerrado del todo", y admitió que España sigue siendo "vulnerable" porque tiene una tasa de paro de más del 16 % y la deuda pública está en el 98,1 % del producto interior bruto (PIB), lo que la hace vulnerable frente a un repunte de los tipos de interés.
Con todo, el ministro insistió en que "existen los elementos para que si España sigue creciendo dos o tres años más en el entorno del 2,5 %, esas heridas queden definitivamente curadas".
De Guindos rechazó que se le califique como de "línea dura" en el seno del Eurogrupo, pese a su "buena relación" con el exministro de Finanzas alemán Wolfgang Schäuble, y defendió que ha actuado con "pragmatismo".
Señaló que el momento "más difícil" fue el Eurogrupo del 12 de marzo de 2012, en el que España tuvo que modificar su objetivo de déficit del 5,8 % al 5,3 %, lo que supuso un ajuste de 5.000 millones de euros.
Además, el titular de Economía añadió que la mejora económica española se empezó a "vislumbrar" en septiembre de ese año, cuando quedó claro que Grecia no abandonaría el euro.
Por último, De Guindos destacó que los años al frente del Ministerio han sido "apasionantes", y agradeció su designación al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy.
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