Michael Bloomberg participó en el último debate demócrata en Las Vegas, Nevada. Fue su primer debate, porque entró tarde a la contienda. Pero Bloomberg no es ningún desconocido. El magnate de los medios y ex alcalde de Nueva York postuló su candidatura en las primarias del Partido Demócrata y se presenta como el indicado para combatir a Donald Trump en la carrera por la Casa Blanca. Tiene la experiencia y el dinero para dar la pelea, pero ¿tiene la gente? Es centrista en un mundo cada vez más radical. No es particularmente carismático en una época cuando el carisma es todo. Los demás candidatos lo atacaron sin piedad durante el debate. Al parecer, la idea de reemplazar a un multimillonario engreído por otro igual no suena muy bien. Pero Bloomberg no es ningún tonto. Podría ser la gran sorpresa de la carrera electoral. Hablemos de Bloomberg, de su candidatura y de su curiosa cripto-propuesta.
Durante el último debate, todos aprovecharon la ocasión para darle a la piñata. Hicieron fila para golpear al recién llegado. Bernie Sanders criticó a Bloomberg por apoyar prácticas policiales consideradas por activistas de los derechos civiles como excesivas. Elizabeth Warren mencionó los comentarios peyorativos realizados hacia las mujeres por parte de Bloomberg en el pasado y sobre los supuestos acuerdos privados efectuados en relación a casos de acoso sexual en el trabajo. Y Joe Biden destacó sus críticas al plan de salud de Obama. Pete Buttigieg utilizó un juego de palabras para atacar a Sanders y a Bloomberg por igual y presentarlos como polos opuestos. Según Buttigieg, Sanders es un socialista que piensa que el capitalismo es la raíz de todos los males. Y Bloomberg es un multimillonario que piensa que el dinero es la raíz de todo el poder. ¡Rayos!
Sigue leyendo: ¿Bloomberg está buscando tomar el lugar de Yang como el candidato pro-cripto?Si hay que ponerle un nombre al último debate demócrata, se podría llamar: Todos vs Bloomberg. Bueno, el recién llegado es atacado por ser el nuevo del grupo. Pero también por el hecho de tener mucho dinero y este parece ser el pecado mortal del momento. Debemos reconocer que en la actualidad existe un resentimiento muy peligroso entre los que tienen muy poco y los que tienen mucho. Siempre han existido tensiones entre los ricos y pobres, pero últimamente la desigualdad ha crecido tanto que las pasiones son cada vez más intensas. Es cierto. Hay desigualdad. Pero tenemos que cuidarnos de las medidas extremas porque por lo general estos remedios “milagrosos” terminan siendo peores que la enfermedad. El resentimiento es fatal para un país. Nos guste o no, los moderados tienden a realizar un mejor trabajo que los radicales. Los radicales dividen. Uno puede tener la razón, pero la división siempre lleva al fracaso. En unión, por otro lado, todo se puede.