Los efectos adversos de la tecnología de inteligencia artificial (IA) en manos de delincuentes, que permite la creación de falsificaciones profundas y malware, han aumentado la urgencia de actuar.
OpenAI, creadora de ChatGPT y Dall-e, ha anunciado un programa de becas de ciberseguridad de un millón de dólares para mejorar y medir el impacto de las tecnologías de ciberseguridad basadas en IA.
La empresa de IA ha insistido constantemente en la importancia de la regulación de la IA para frustrar aplicaciones potencialmente maliciosas. En una carrera armamentística digital en curso, OpenAI parece estar tomando medidas proactivas para garantizar que las fuerzas positivas no se queden atrás.