Javier García
Fráncfort (Alemania), 10 jun (.).- El Consejo de Gobierno del Banco Central Europeo (BCE) abordará el próximo jueves en Riga (Letonia) la conclusión gradual de su millonario programa de estímulos monetarios a través de las compras de deuda y podría anunciar ya una fecha definitiva para el final de las mismas.
Después de que el pasado martes el economista jefe del BCE, Peter Praet, afirmase que el Consejo deberá valorar en la capital letona "si se ha progresado lo suficiente para garantizar una reversión gradual de las compras netas", las expectativas en los mercados y entre los analistas respecto a una inminente decisión sobre el final del programa se han acentuado.
Praet dijo además que han mejorado las señales que apuntan a una convergencia de la inflación a medio plazo hacia el objetivo ligeramente por debajo del 2 por ciento del BCE y que la fortaleza de la economía de la eurozona está incidiendo cada vez más sobre el aumento de los salarios.
Destacó que el incremento salarial interanual en el área fue del 1,9 por ciento en el primer trimestre de este año frente al 1,6 por ciento en los últimos tres meses de 2017.
El aumento salarial es una de las claves para la entidad europea para que los precios puedan evolucionar hacia su objetivo.
La inflación de la eurozona repuntó además en mayo hasta el 1,9 por ciento desde el 1,2 por ciento en abril.
Aunque mucho de ese ascenso se debió a la fuerte subida de los precios del petróleo, la inflación subyacente -que excluye a la energía y los alimentos no procesados y en la que están puestos todos los ojos del BCE- escaló al 1,3 por ciento frente al 1,1 de abril.
En el mismo congreso en Berlín donde intervino Praet, habló también el presidente del Bundesbank, Jens Weidmann, quien consideró "plausible" que las compras de deuda concluyan antes de final de año.
Los directivos del BCE no suelen dar puntada sin hilo por lo que todos los observadores interpretaron las declaraciones de Praet como uno de los avisos de orientación monetaria con los que el banco europeo intenta anticipar su política a los mercados.
La cuestión reside ahora en dilucidar si el máximo órgano rector de la entidad decidirá ya en Riga el calendario para la retirada de los estímulos y el cambio definitivo de ciclo en su política monetaria o esperará a la siguiente reunión del 26 de julio, la última antes de septiembre.
Los analistas consultados por Efe se muestran divididos frente a esas dos alternativas, aunque una ajustada mayoría se decanta por un anuncio en el encuentro de Riga.
Los defensores de esta opción consideran que en julio podría haber más turbulencias en el mercado de deuda debido sobre todo a lo que pueda decidir el nuevo y euroescéptico gobierno italiano, lo que complicaría la decisión.
El Consejo dispondrá además el próximo jueves de sus nuevas previsiones trimestrales de crecimiento e inflación para la eurozona, con lo que tendría más datos para argumentar su decisión.
Aunque esos datos también podrían apuntar en el sentido contrario, lo que, unido a la persistencia de la amenaza de una guerra comercial y la desaceleración del ritmo de crecimiento económico del área en los últimos meses, aconsejarían aplazar el anuncio.
En el encuentro de la capital letona -el único que se celebra este año fuera de Fráncfort- participará por primera vez el nuevo vicepresidente del banco, el español Luis de Guindos, quien sustituyó el pasado 1 de junio en ese puesto a Vitor Constancio.
Será una cita crucial para el estreno de De Guindos, quien comparecerá junto al presidente, Mario Draghi, en la rueda de prensa posterior a la reunión.
También será el primer encuentro al que asista el nuevo gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, quien este lunes promete su cargo ante el rey Felipe VI en el Palacio de la Zarzuela.
El BCE compra actualmente 30.000 millones de deuda pública y privada y tiene previsto hacerlo al menos hasta septiembre de este año o "más allá si fuese necesario", según reitera hasta el momento el Consejo en los comunicados tras sus reuniones.
Desde que comenzó el programa de estímulos en marzo de 2015 el banco ha invertido más de 2,5 billones de euros.