París, 25 may (.).- La deuda de Francia en 2022 ascenderá al 90,2 % de su PIB, un punto porcentual más que la previsión que el Gobierno presentó en Bruselas en abril, debido a que habrá asumido entonces los 35.000 millones de euros de deuda de la compañía estatal de trenes SNCF.
Esta cifra aparece en la revisión del programa de estabilidad francés avanzada hoy por el ponente de la comisión de Finanzas de la Asamblea Nacional, Joël Giraud, horas después de que el primer ministro, Edouard Philippe, comunicara a los sindicatos de la Sociedad Nacional de Ferrocarriles (SNCF) que asumirá ese agujero de 35.000 millones en dos fases.
En un comunicado, Giraud precisó que, de acuerdo con los planes de Philippe, el traspaso al Estado en 2020 de 25.000 millones de pérdidas de la compañía ferroviaria incrementará ese año el déficit público en alrededor de un punto del PIB.
Es decir, que será del 1,9 % del PIB en lugar del 0,9 % a que se había comprometido el Gobierno con su programa de estabilidad del mes pasado.
La absorción de 10.000 millones de euros adicionales en 2022 significará que el déficit ese ejercicio será del 0,1 % del PIB en lugar del superávit del 0,3 % augurado en ese programa de estabilidad, que ya ha quedado caduco.
Por lo que se refiere a la deuda pública, el ritmo de disminución que esperaba el Gobierno también habrá de corregirse, de acuerdo con los cálculos de Giraud.
En 2020, el agujero de las finanzas públicas será del 95,3 % del PIB, y no del 94,7 %; mientras que en 2022 la cifra final será el citado 90,2 % y no el 89,2 %.
El ponente subrayó que "la asunción parcial de la deuda de la SNCF reduce los márgenes de maniobra presupuestarios para la financiación de otras políticas públicas".
También insistió en que la decisión formalizada por Philippe "hace imperativo el control de la trayectoria financiera" de la compañía ferroviaria para evitar que vuelva a endeudarse en el futuro.
Philippe esperó a que el pasado miércoles la Comisión Europea sacara a Francia del procedimiento por déficit excesivo -después que los números rojos de las administraciones públicas hubieran quedado en el 2,6 % del PIB en 2017- para comunicar que el Estado engordará su deuda haciendo suya una buena parte de la de la SNCF.