Julio Gálvez
Bruselas, 24 feb (.).- El libro blanco sobre el futuro de la Unión Europea (UE) que prepara el Ejecutivo comunitario colocará entre sus prioridades las desigualdades y la justicia social, así como el empleo y el crecimiento, aseguró hoy la comisaria europea de Empleo, Marianne Thyssen.
"El 8 de marzo, la Cumbre Social Tripartita, que reúne a las instituciones comunitarias y los agentes sociales, discutirá el futuro de Europa y cómo trazar su camino hacia el crecimiento, empleo y justicia social", avanzó la comisaria.
Thyssen se expresó en ese sentido durante una jornada sobre las desigualdades laborales organizada en Bruselas por la Organización Internacional del Trabajo (OIT) que, aseguró, "ha proporcionado material útil para tratar estos asuntos, que se encuentran en el centro de las preocupaciones ciudadanas".
"La Comisión contribuirá a este debate con su libro blanco sobre el futuro de la UE", añadió la política.
El libro blanco de la Comisión Europea sobre el futuro de la Unión Europea es un documento que hará balance de los 60 años de integración europea y contemplará las diferentes opciones para su futuro, en un contexto marcado por el "brexit" y el auge de las políticas populistas y extremistas.
La publicación del documento está prevista para las próximas semanas, antes de la cumbre conmemorativa del 60 aniversario del Tratado de Roma, que se celebrará en la capital italiana el próximo 25 de marzo.
La lucha contra la desigualdad "es un imperativo político para la Unión Europea, tanto para alcanzar la justicia social como para lograr la eficiencia económica, pero esa es una misión global en la que todos debemos involucrarnos", declaró la comisaria.
En ese sentido, Thyssen insistió en la importancia de "no dejar a nadie atrás" en la recuperación de la crisis económica y recordó los desafíos derivados de la globalización, el crecimiento demográfico, la digitalización y la automatización del mundo laboral.
"Aunque debemos estar abiertos a las nuevas formas de trabajo, es necesario garantizar que esos empleos son de calidad, con perspectivas decentes y protección apropiada", comentó la política belga.
Calificó el diálogo social de "prerrequisito para una economía social de mercado competitiva y justa", y puso el acento sobre la cohesión social como herramienta para lograr un crecimiento sostenible.
Si bien reconoció que la desigualdad es inferior en los Veintiocho que en otros países desarrollados y en desarrollo, asumió que en la actualidad es "un desafío particular" para el bloque comunitario.
"La población siente que el sistema no funciona para ellos, que los beneficios no se reparten de forma equitativa o que ellos pueden ser los próximos en caer en la pobreza", destacó como uno de los factores que ha contribuido al auge del populismo.
Ante este panorama, Thyssen subrayó la importancia de facilitar el acceso a la educación y de que todos los Estados miembros de la UE cuenten con un salario mínimo.
El autor del estudio "Desigualdades y mundo laboral: ¿cuál es el papel de las relaciones industriales y el diálogo social?", que dio lugar a la conferencia de la OIT, Daniel Vaughan-Whitehead, declaró a Efe que las medidas adoptadas para hacer frente a la crisis económica en la UE se aprobaron, en su mayoría, sin recurrir al diálogo social.
"En el caso de España, donde existe una tradición de acuerdos sociales tripartitos, habrían sido muy útiles durante la crisis", comentó el encargado de salarios y condiciones laborales en la OIT.
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