LONDRES (Reuters) - La inflación británica se ralentizó en diciembre desde los máximos alcanzados tras el referéndum del Brexit, mostraron cifras oficiales del martes, que indican que la presión de los precios para muchos hogares podría estar comenzando a suavizarse.
La inflación de los precios al consumidor cayó a una tasa anual de 3,0 por ciento en diciembre, por debajo de los máximos de casi seis años alcanzados en noviembre, cuando la cifra se situó en un 3,1 por ciento. Es la primera vez que la inflación cae desde junio.
La cifra estuvo en línea con la previsión de los economistas, según la mediana de un sondeo de Reuters.
La inflación había subido en Reino Unido tras la decisión de los votantes en junio de 2016 de dejar la Unión Europea, un resultado que debilitó el valor de la libra y elevó el coste de las importaciones.
En la eurozona, la inflación fue de solo un 1,4 por ciento en diciembre, menos de la mitad de la tasa del Reino Unido.
Se espera que la combinación de una inflación alta y un crecimiento lento de los salarios - así como la incertidumbre acerca de las condiciones bajo las cuales Reino Unido tendrá que salir de la UE en 2019 - signifiquen que Reino Unido crezca menos que otras economías europeas este año.
Es previsible el alza de los precios al consumidor se ralenticen, al mitigarse el impacto en los datos de la brusca caída de la libra a mitad de 2016, pero el instituto británico de estadístico dijo que no podía afirmar que la inflación estaba definitivamente en fase de retroceso.