Tokio, 8 jun (.).- La economía nipona se contrajo un 0,6 por ciento interanual en enero-marzo, según los datos revisados publicados hoy por el Gobierno nipón, que mantienen la cifra de la primera estimación aunque muestran un consumo doméstico más débil.
Las estadísticas de la Oficina del Gabinete del país asiático confirman que la tercera economía mundial retrocedió en el citado período por primera vez tras ocho trimestres consecutivos al alza.
Durante el primer trimestre del año, el PIB nipón se contrajo a su vez un 0,2 % en comparación con el período octubre-diciembre de 2017, según los datos definitivos, que también en este caso muestran una cifra idéntica a la primera estimación publicada a mediados de mayo.
Las estadísticas actualizadas, no obstante, reflejan que el consumo doméstico registró una evolución peor que el cálculo inicial.
El gasto de los hogares, que representa el 60 por ciento de la economía japonesa y cuya modesta recuperación había favorecido los recientes avances del PIB, retrocedió un 0,1 por ciento en comparación con el año precedente (la estimación inicial lo situaba plano).
En cambio, la inversión de capital corporativo, otro elemento de peso para la economía nipona, fue mejor de lo esperado.
Este indicador de las perspectivas de las empresas niponas se mantuvo plano respecto al año precedente, según los datos revisados, mientras que el primer cálculo reflejaba una caída del 0,3 por ciento.
La estrategia económica del primer ministro Shinzo Abe conocida como "Abenomics" aspira a crear un "círculo virtuoso" de beneficios corporativos, incrementos salariales, incremento del consumo doméstico y subidas de precios para sacar a Japón de su prolongado letargo deflacionario.
Sin embargo, unas insuficientes subidas salariales, las malas condiciones meteorológicas y el encarecimiento de los alimentos frescos y de la energía frenaron el consumo de los japoneses en el primer trimestre, y pusieron fin al ciclo expansivo más largo de la tercera potencia mundial en 28 años.